Jeff Brown y Mark Fenske, de la Escuela de Medicina de Harvard y el Departamento de Psicología de la Universidad de Guelph, en Ontario, respectivamente, sostienen que cualquier persona, sin importar su edad, puede "remodelar" el órgano rector del sistema nervioso
Bañarse con la mano izquierda si es diestro, recorrer tu habitación con los ojos cerrados, saborear un alimento exótico y adentrarte en un barrio desconocido ayudan a que tu cerebro trabaje con mayor eficiencia.
Te preguntarás cómo. Especialistas explican que este tipo de retos contribuye a generar nuevas conexiones neuronales.
De hecho, Jeff Brown y Mark Fenske, de la Escuela de Medicina de Harvard y el Departamento de Psicología de la Universidad de Guelph, en Ontario, respectivamente, sostienen que cualquier persona, sin importar su edad, puede "remodelar" el órgano rector del sistema nervioso.
"Incluso en la vejez, todos podemos adaptar nuestro cerebro", sostienen los también autores del libro "El Cerebro del Triunfador".
En tanto, Eduardo Calixto, jefe de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría, explica que el cerebro exitoso depende también de la estimulación que reciba en etapas tempranas, aunque es un hecho que se puede entrenar pese a haber rebasado la etapa más propicia, entre los 15 y 27 años.
El cerebro es plástico: cambia constantemente. De un pensamiento a otro se transforma; una de sus áreas se activa cuando tratamos de concentrarnos, otra si probamos una fruta exótica; al entrenarnos para hacer malabares ciertas conexiones neuronales empiezan a desarrollarse; cuando nos vamos a dormir, unos procesos metabólicos se atenúan y otros se disparan.
Neuroplasticidad es el término que define esta capacidad mutante del órgano rector del sistema nervioso que puede implicar incluso el aumento de su masa. Un estudio realizado en el 2000 por Eleanor Maguire y sus colegas del University College de Londres con taxistas locales, encontró que su hipocampo -región en forma de caballito de mar encargada de la memoria y la dirección espacial- era más grande que el del resto de la población. ¿El motivo? Al tener que aprender más de 400 rutas viales, los choferes londinenses ejercitaban particularmente esta región cerebral.
Interesados desde hace años en lo que llaman "ciencia del éxito", los investigadores Jeff Brown y Mark Fenske relacionan las funciones esenciales del cerebro con conductas específicas, y ofrecen "buenas ideas" para estimularlas conscientemente y desarrollar los "factores de triunfo". En su publicación incluyen también entrevistas con figuras destacadas como la gimnasta Kerri Strug y el rey del blues B.B. King, quienes ejercieron cualidades que se reducen a virtudes milenariamente ponderadas como la tenacidad, la autoconciencia de las capacidades y limitaciones, la concentración y la resiliencia. Un libro de autoayuda con bases científicas.
"Mucha de la investigación se enfoca en aspectos negativos del cerebro", explica Brown vía coreo electrónico, "pero a nosotros nos interesaba aprender y compartir lo que descubrimos al estudiar el cerebro sano y exitoso". Tal fue la coyuntura que advirtieron los autores en su "radar de oportunidades", una de las "herramientas de capacidad intelectual" que deben desarrollar los triunfadores junto con el "indicador de riesgo óptimo", el "acelerador de esfuerzo" y el "medidor de talento".
¿Y de qué le sirve a una persona que quiere conseguir un mejor trabajo o ser concertista de piano saber que la amígdala tiene forma de almendra y se relaciona con los recuerdos de fuerte carga emocional?
Fenske sostiene que "quien aprende un poco sobre el cerebro puede asumir un papel más activo para hacer que trabaje mejor".
Gracias a las imágenes del cerebro en tiempo real de los modernos aparatos de resonancia magnética funcional se ha relacionado, por ejemplo, la concentración -capacidad fundamental para alcanzar cualquier meta- con la actividad de la corteza cingulada anterior, una estructura alargada ubicada en la región frontal del lóbulo central. Esa corteza, explican los científicos, detecta posibles distracciones y manda señales a las regiones laterales externas de los lóbulos frontal y parietal para intensificar la atención.
"Al parecer, los triunfadores son capaces de entrenar su cerebro para que la corteza cingulada anterior trabaje en común con esa red de atención frontal parietal".
Pero no todos los cerebros triunfadores tendrán el mismo aspecto neuronal trabajando a toda máquina, explica Fenske.
"Dependerá de las metas de cada quien: algunas requerirán mayor capacidad para sobreponerse y seguir adelante (resiliencia), otras requerirán mayor flexibilidad o habilidad para estrechar o ampliar el foco de atención".
Mejor, el cerebro femenino
Brown y Fenske aseguran que nunca es tarde pare decidirse a "tomar las riendas y educar la naturaleza que tienes" porque "incluso en la vejez, todos podemos adaptar nuestro cerebro".
Una aseveración en la que Eduardo Calixto, jefe de Neurobiología del Instituto Nacional de Psiquiatría, introduce un matiz: "Sí, a los 60 años puedes aprender alemán si te lo propones, pero te costará más trabajo y tiempo". La causa es que en la edad adulta el metabolismo cambia, hay menos conectividad entre las neuronas y esa neuroplasticidad del cerebro se reduce.
El doctor en Neurofisiología advierte que experimentos con ratas han demostrado que cuando se desarrollan en un ambiente enriquecido con estímulos y el contacto de otros individuos, pueden aprender una tarea más rápidamente.
"Lo mismo pasa con un niño que crece en un ambiente pleno de experiencias, de ahí que el cerebro exitoso depende también de la estimulación que reciba en etapas tempranas y críticas".
Y del sexo de la persona. "Las mujeres tienen mejor cerebro", afirma Calixto. "Los hemisferios izquierdo y derecho están mejor conectados en ellas por el cuerpo calloso, por lo que hacen evocaciones inmediatas con ambas partes, mientras que nosotros somos monocerebrales".
La razón de esta mejor conectividad entre la parte izquierda, asociada con la razón, la lógica y lo práctico, y la derecha, donde se dice que residen "facultades grandiosas" como la poesía y el arte, es química: las hormonas femeninas llamadas estrógenos generan más dendritas o ramificaciones en las neuronas.
Pero es un hecho que el cerebro se puede entrenar para el éxito aunque se haya rebasado la etapa más propicia entre los 15 y los 27 años, coincide Calixto. "Y se puede empezar en casa: báñate con la mano izquierda o con los ojos cerrados. Esos juegos le encantan al cerebro para empezar a hacer nuevas conexiones neuronales".
Cerebro en forma
Para que el cerebro opere a toda máquina hay que tener ciertos cuidados:
-Dormir de 7 a 8 horas.
-Realizar 30 minutos de ejercicio físico al menos 3 veces a la semana.
-Meditar o hacer yoga.
-Buscar experiencias novedosas que involucren a la mayoría de los sentidos.
-Comer pescado que contiene omega 3.
-Agregar media taza de moras a la dieta diaria.
-Tener pasatiempos como leer o realizar alguna manualidad.
-Comer dos o tres manzanas diarias o de dos a tres vasos de jugo de esta fruta.
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27/02/2013