El Instituto de Rehabilitación Neurológica (IRN) organizó en Madrid su I Jornada IRN sobre Atención al Daño Cerebral, que contó con especialistas en distintas ramas de atención al paciente. Tal y como destacó Ricardo Vallejos, director del IRN, el evento tuvo como objetivo “formar a profesionales desde el punto de vista de la rehabilitación multidisciplinar, centrada en tres ejes fundamentales: la atención sanitaria, la atención social y la visión en primera persona del daño cerebral”.
La primera intervención corrió a cargo de la Dra. Teresa Martín, Médico Rehabilitador del equipo IRN, quien introdujo la problemática del Daño Cerebral Adquirido (DCA). De este modo, analizóvarios de los casos más comunes de DCA, como pacientes que han sufrido accidentes vasculares o traumatismos craneoencefálicos. Tal y como confirmó la Dra. Martín, “en términos cuantitativos existen datos reveladores que estiman una incidencia de unos 200 casos por cada 100.000 habitantes al año y, concretamente en España, aparecen unos 2.500 nuevos casos al año”.
Durante su ponencia analizó las consecuencias derivadas de este tipo de lesiones cerebrales, entre las que destacan las alteraciones físicas de la movilidad, las dificultades en la comunicación, alteraciones cognitivas y -sobre todo- su repercusión en la funcionalidad y el correcto desempeño de las personas en sus actividades rutinarias. Sobre la rehabilitación con este tipo de pacientes, la Dra. Martín destacó la importancia de orientar el tratamiento hacia una recuperación funcional, que repercuta en una mejora en la calidad de vida y en la participación social del mismo, así como la necesidad de asistencia ejercida por múltiples profesionales sanitarios.
A continuación, tomó la palabra el Dr. Álvaro Bilbao, neuropsicólogo clínico del Centro Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC), con la ponencia Rehabilitación: una mirada a largo plazo. Tras presentar los resultados de algunos estudios de referencia clásicos, confirmó que se produce una estabilización en la mejoría del paciente al cabo de 18 meses y planteó qué pasaría con ellos si continuasen en procesos de rehabilitación. Tal y como señaló, actualmente existe un desconocimiento del papel de la rehabilitación a largo plazo, aunque presentó el caso de varios pacientes que –tras un largo periodo de rehabilitación-consiguieron“una mejora en el recuerdo de las personas afectadas y una mejora subjetiva en su estado general referida por las familias, concretamente señalando que los pacientes estaban más tranquilos y más seguros de sí mismos”.
Por su parte, Cristina Manteca, trabajadora social del CEADAC, habló de su experiencia en la atención de personas y familias, e hizo una revisión de los recursos y los trámites a seguir desde el momento en el que se presenta el daño cerebral hasta la etapa crónica.En su presentación destacó la importancia de la familia para la recuperación del paciente, pues “una vez sufrido el daño, comienza una andadura que circula por diferentes fases de reacción emocional, y que van desde shock inicial hasta el ajuste final de la situación. De esta forma la familia soporta al afectado y se ve afectada también, por lo que es recomendable animar al paciente a volver al hogar siempre que las condiciones sean favorables”. Manteca destacó también la importancia de buscar un recurso terapéutico con tiempo suficiente, que dé continuidad a la rehabilitación, que pueden encontrarse en centro públicos, centros concertados con la Comunidad de Madrid y en centros privados que cubren la demanda actual.
Para finalizar la jornada, Juan Piñeiro, presidente de la Asociación Madrileña de ICTUS (ICAM), presentó una ponencia centrada en su experiencia personal, tras haber sufrido un ICTUS hace poco más de dos años. De esta forma, comenzó revelando las carencias que -a juicio de los afectados- tenía y tiene la atención a pacientes y familias: “en mi caso existió una falta de información total, no solo de la atención sanitaria, sino de todos los estamentos del sistema de atención. Buscaba información pero no encontraba nada”. Fue esta situación la que le motivó, junto a otras personas, a formar a la Asociación Madrileña de ICTUS.
Además de analizar el fuerte cambio que sufre la estructura familiar, Piñeiro quiso destacar la calidad de los medios públicos de atención, pero al mismo tiempo incidió en su escasa cobertura en tiempo y en personal, “que dejan desatendidas las necesidades de las personas mayores”. Como alternativa, destacó la calidad de algunos centros privados,“aunque todavía presentan un elevado coste para los usuarios”.
Economía del Bien Común
Como parte de la jornada, Ricardo Vallejos presentó el proyecto IRN y sus nuevas instalaciones en Madrid. Tal y como relató su director, el principal objetivo del Instituto de Rehabilitación Neurológica“ofrecer una atención multidisciplinar a personas afectadas por daño cerebral y a sus familias, desarrollando un modelo participativo en la toma de decisiones del Plan Terapéutico Personalizado PTP”. Este documento, dinámico y consensuado, busca dar respuesta a cada fase del tratamiento y aunar las visiones de los profesionales del equipo y las necesidades y deseos de las familias.
Asimismo, presentó un modelo de gestión innovador en el campo de la neurorehabilitación, centrado en la Economía del Bien Común. Con él se importa a la gestión privada los modelos de acción de las entidades asociativas y fundacionales sin ánimo de lucro. Este modelo se concreta en tres pilares fundamentales: por un lado, los profesionales que forman parte del equipo, además de contar con una elevada cualificación técnica, tienen un perfil altamente social en su compromiso y vocación de servicio; por otro lado en la política de precios que intenta dar acceso a un tratamiento altamente especializado a más familias y, finalmente, en la materialización de una serie de Becas de Rehabilitación para las familias que, por motivos económicos, vean mermada la posibilidad de acceder al coste integro del tratamiento.
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26/02/2013