Villa Carlos Paz. Hoy en día se escuchan innumerables quejas de memoria y atención no solo en sujetos de tercera edad sino de todas las edades. El rendimiento académico disminuye, las actividades cotidianas resultan más difíciles. ¿A qué se debe? ¿Cómo tratar esto?
Partimos de la base de que no existen funciones intelectuales aisladas, ya que no sólo están relacionadas entre sí sino que interactúan con el medio, los afectos, las motivaciones y las emociones. Por ende la inteligencia corresponde a un adecuado funcionamiento intelectual que permite la resolución de problemas dependiendo de la interacción de diferentes variables.
La alteración de alguna de estas funciones puede desestabilizar el funcionamiento intelectual global. El primer paso para tratar este problema es detectar cuál de estas funciones es la que presenta mayor dificultad, qué otras influyen e identificar la posible causa. Esto se logra a través de una evaluación neuropsicológica.
La neuropsicología corresponde a una especialidad de la psicología que estudia la relación entre el cerebro y la conducta tanto en sujetos sanos como en personas que han sufrido algún daño cerebral. Utiliza la aplicación de diferentes evaluaciones y test para detectar las fallas intelectuales.
Al definir el diagnóstico se procede a un entrenamiento cerebral y rehabilitación neuropsicológica. Los procesos psicológicos que reciben intervención son varios: memoria, atención, lenguaje, funciones ejecutivas, praxias, visoconstrucción, percepción, cálculo, etc. y no se conciben como entidades independientes, sino relacionadas entre sí. Por ejemplo, cuando se plantea un ejercicio para la estimulación de la memoria, se tiene en cuenta que, al mismo tiempo, la persona entrenará su capacidad para atender a la información que debe aprender. En otras palabras, la estimulación cognitiva tiende a ser integral abarcando al conjunto de procesos cognitivos.
La estimulación cognitiva consiste en la ejecución de actividades programadas que son diseñadas para el mantenimiento y mejora de los procesos intelectuales básicos. Estimula y mantiene las capacidades mentales mejorando las habilidades funcionales en las actividades cotidianas.
Los programas de estimulación cognitiva tienen como propósito mantener el rendimiento cognitivo en pacientes aquejados con enfermedades neurológicas. Se utiliza en la rehabilitación neuropsicológica de pacientes con accidente cerebro vascular, traumatismo de cráneo, esclerosis múltiple, epilepsia, tumores cerebrales, etc. Tiene como objetivo fortalecer las capacidades aún no dañadas y enlentecer el avance del deterioro en las áreas cognitivas que ya se han visto afectadas.
Por otro lado, la estimulación cognitiva es utilizada para potenciar las capacidades cognitivas en personas mayores sanas que presentan quejas de memoria asociadas al envejecimiento normal o con deterioro cognoscitivo leve. La optimización de las capacidades de aprendizaje y funcionamiento intelectual en personas jóvenes sanas es otro objetivo del entrenamiento cerebral.
La terapia de estimulación cognitiva es idónea en los estados iniciales y moderados de las enfermedades neurodegenerativas (Parkinsonl Alzheimer, etc.). Puede aplicarse también en otras etapas más avanzadas con un abordaje cuidadoso y una selección apropiada de las actividades.
Las posibilidades de recuperación y los beneficios del tratamiento son mayores cuanto antes se inicie la rehabilitación y la estimulación cognitiva. Esta afirmación es válida tanto en pacientes con daño cerebral adquirido como en el caso de las enfermedades neurodegenerativas o simples fallas de memoria. Por ejemplo, al empezar la rehabilitación en las primeras fases que siguen al traumatismo craneoencefálico se da una mayor recuperación al igual que en las etapas iniciales de las enfermedades neurodegenerativas tipo Alzheimer. La intervención precoz no significa que el tratamiento no pueda iniciarse o que no vaya a resultar beneficioso si ya ha transcurrido un tiempo desde el comienzo de la enfermedad.
El tratamiento se prolonga en el tiempo de acuerdo a las características emocionales y cognitivas del paciente. Por ejemplo en el caso de las demencias tipo Alzheimer la estimulación cognitiva no tiene un momento claro para su finalización ya que el objetivo es mantener el rendimiento intelectual del paciente tanto tiempo como sea posible.
Más allá de la técnica de estimulación cognitiva se utilizan otras estrategias de rehabilitación neuropsicológica como es la compensación y sustitución de funciones cognitivas.
La técnica de compensación se utiliza cuando una función intelectual no puede ser recuperada. Consiste en el uso de ayudas externas que eliminan o reducen al mínimo la necesidad de utilizar la función cerebral dañada. Un ejemplo de esta técnica tiene que ver con el uso de las agendas, se arman rutinas estructuradas marcando cada actividad y hora de su realización. De esta manera la alteración grave de la memoria no se sentirá tanto en la cotidianeidad debido a la ayuda de la agenda.
Por otro lado, la técnica de sustitución se utiliza cuando las funciones dañadas no se destruyen por completo y las funciones intelectuales restantes se mantienen intactas. Consiste en utilizar las funciones cognitivas sanas con el fin de mejorar el rendimiento general. Por ejemplo, una persona con dificultades generales de memoria pero con mejor preservación de los datos visual frente a los datos verbales, puede ser entrenada para utilizar claves de memoria visuales que optimicen el rendimiento de la memoria verbal. Una de estas actividades puede ser asociar los conceptos básicos de algún libro con imágenes.
La utilización de técnicas de estimulación cognitiva, sustitución o compensación dependerán de las alteraciones de cada paciente, nivel de gravedad y objetivos de la rehabilitación neuropsicológica.
Mas allá de las alteraciones intelectuales que pueden presentarse ante patologías neurológicas es recomendable estimular estas funciones aun en sujetos sanos.
La práctica de estimulación cognitiva se asemeja metafóricamente al ejercicio físico. Se entrenan las habilidades mentales para su fortalecimiento y desarrollo, de igual manera que podemos entrenar los músculos de nuestro cuerpo mediante la gimnasia.
Asegurándote de que tu mente y tu cerebro permanezcan sanos, practica los siguientes ejercicios:
• Resuelve los crucigramas que encuentres en los periódicos o revistas. Será interesante que también lo intentes en algún otro idioma que conozcas.
• Intenta resolver rompecabezas.
• Aprende algo nuevo: idiomas, juegos deductivos como el ajedrez o el bridge, un instrumento musical.
• Lee de manera sostenida e intenta escribir algún texto imitando el estilo de diversos autores y sintetizando el contenido. Asocia los conceptos claves con imágenes.
• Trata de recordar los titulares de un informativo de televisión, al cabo de un cuarto de hora y al final del programa.
• Observa la publicidad de una revista y después de 15 segundos, evoca el producto, la marca, los colores predominantes y escena global.
• Comenta detalladamente el argumento de una película que hayas visto.
• Trata de recordar la lista de compras asociándola por grupo de productos o por su lugar en el mercado.
• Al finalizar el día, intenta recordar lo que realizaste de manera cronológica y detallada.
• Deletrea palabras o el abecedario de forma invertida, de atrás para adelante.
• Realiza restas de 3 en 3, 7 a 7, etc.
• Emplea todos los sentidos para acumular datos que te ayuden a recordar una determinada escena o situación. (imágenes, olores, gustos, sensaciones táctiles, sonidos).
El rendimiento intelectual es un procedimiento integral ya que participan las emociones, el contexto, las motivaciones y la salud corporal, por ende se recomienda mantener un estilo de vida saludable que incluya la realización de actividad física y una alimentación balanceada. Realizar actividades placenteras, para relax o simplemente para "no hacer nada". Es importante que disminuyas los niveles de estrés y de ansiedad.
Aun así, si percibes fallas de memoria u otro tipo de funciones cognitivas o presentas patologías neurológicas consulta a un psicólogo especialista en neuropsicología y a tu médico de cabecera.
El tratamiento neuropsicológico demuestra excelentes resultados tanto en personas de tercera edad con fallas de memoria como en la rehabilitación de pacientes con patologías neurológicas.
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13/01/2013