El autismo es un trastorno grave de desarrollo, permanente y profundo, que afecta a la comunicación tanto verbal como no verbal entre dos o más personas. Al ser un trastorno permanente no tiene cura, aunque sí se puede recurrir a terapias de diversa índole que puedan ayudar a estos niños en su desarrollo personal.
Al afectar directamente a la comunicación, este trastorno afecta de manera irremediable a la socialización de estos niños, cuya conducta se caracteriza por la falta de reciprocidad emocional y por conductas repetitivas inusuales.
La interacción social, las estereotipias (movimientos incontrolados de alguna extremidad) y el aislamiento pertenecen en su conjunto a los síntomas generales de este trastorno. A medida que pasa el tiempo estos efectos aumentan, por ello la importancia de diagnosticar a tiempo y llevar un tratamiento para mejorar la calidad de vida, aunque existen diferentes grados que afectan en menor o mayor medida a estos niños.
El autismo es una enfermedad que afecta a 4 de cada 1000 niños en el mundo, por lo que al tener una incidencia tan alta son muchos los investigadores los que estudian este trastorno en búsqueda de sus causas y una posible cura. Pero a pesar de que este terreno aún las cosas no están muy claras, en la actualidad existen muchas terapias que permiten mejorar su forma de vida, ayudándolos a comunicarse y, en algunos casos incluso a independizarse.
A continuación reflejamos las principales características de un niño con espectro autista:
•Lenguaje casi nulo y en algunos casos totalmente nulo
•Repite frases o palabras
•No puede soportar sonidos o luces muy fuertes
•Actúa como una persona sorda
•No mira directamente a los ojos.
•No usa los juguetes de forma adecuada o no los utiliza
•No tiene ninguna muestra de interés por su entorno social
•No hace caso cuando le hablan por su nombre
•No sabe obedecer, ni seguir instrucciones
Actualmente se postula que su origen se debe a una anomalía en las conexiones neuronales, con frecuencia atribuible a mutaciones genéticas, aunque en muchos casos este componente genético no está presente. Además, se ha comprobado que los trastornos que sufre una persona autista pueden ser debidos a un componente multifactorial, por la implicación de varios factores de riesgo.
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11/12/2012