La escuela de primaria Topcliffe ha sido la primera de Reino Unido en incorporar en su plantilla a los robots Max y Ben. "Se ven muy lindos. Los niños con autismo tienen dificultades a la hora de comunicarse con adultos y con otros niños, pero por alguna razón se relacionan con estos robots", asegura Ian Lowe, profesor del colegio.
Al parecer, estos profesores robóticos están dando buenos resultados. Los niños con autismo encuentran en estos nuevos profesores carentes de emociones un aliado, les resultan menos amenazantes y los pequeños han comenzado a comunicarse con ellos. Estos robots son bajitos, como los niños, y se mueven de un modo parecido a ellos, por lo que la escuela los está utilizando para enseñar fonética y realizan con ellos juegos de memoria e imitación, sobre todo entre niños entre los cinco y diez años.
Algunos investigadores de la Universidad de Birmingham, que analizan la mejor manera de usar estos robots en el colegio, destacan que la solución se encuentra en la programación. La Dra Karen Guldberg, directora del centro universitario para la investigación y la educación de personas con autismo, asegura que están buscando algún modo creativo para que los robots ayuden a los niños en sus habilidades de comunicación y a relacionarse socialmente. La directora declaró a la BBC Mundo: "es increíble ver cuán atentos y centrados pueden estar cuando trabajan con un robot. Puede ser muy difícil que un niño con autismo se centre".
Una cuarta parte del alumnado de la escuela primaria Topcliffe padece de autismo y están utilizando todo tipo de tecnologías para ayudarles en su aprendizaje. Si estos robots solucionasen el problema, los profesores se plantean usarlo con el resto de niños del colegio.
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10/12/2012