Compartir su experiencia y trayectoria, comentar los pasos a seguir para lograr una completa inclusión en el deporte entre personas con y sin discapacidad, y analizar el papel de los Juegos Paralímpicos y su impacto en la sociedad. Estos son sólo algunos de los temas sobre los que han aportado su opinión cuatro deportistas con discapacidad en una mesa redonda que ha tenido lugar en el INEF de Madrid, uno de los numerosos actos que se están celebrando estos días en la capital dentro del marco de la 3ª Semana del Deporte Inclusivo, organizado por la Fundación Sanitas.
En el acto estuvieron presentes cuatro personas, ejemplos de superación y comportamiento tanto a nivel deportivo como en el día a día. El público, integrado por estudiantes de Educación Física en su mayoría, mostró un total interés por las historias de la judoca -con discapacidad visual- Marta Arce, Eduardo Cuestas, jugador de tenis de mesa con discapacidad intelectual, el baloncestista Javier López -con una prótesis en la cadera- y el triatleta -con discapacidad en su brazo derecho- Jorge Oregón.
El coloquio, bajo el título de Londres 2012 y la inclusión deportiva, ofreció la oportunidad de abrir un debate sobre las diferentes posibilidades que tiene el deporte adaptado para aumentar su visibilidad en la sociedad. "La clave para conseguir la igualdad pasa por la educación" coincidieron López, que además de jugador, es profesor de instituto y preparador físico, y Arce. "Mi hijo me ayuda a realizar las transiciones cuando compito. Para él ya es normal ver a alguien quitarse y ponerse un trozo de hierro de la pierna", comentó Jorge Oregón, subcampeón de España y triatleta amateur.
"El mejor escaparate para nosotros son los Paralímpicos. Estar en Londres ha sido impresionante", recordaba Javier, quien acudió como parte del cuerpo técnico de la selección de baloncesto en silla de ruedas, por lo que reconoció "sensaciones agridulces al verlo desde el banquillo. Cuando un jugador fallaba un tiro miraba a Óscar Trigo -seleccionador nacional- y deseaba que me sacase a la cancha". Por su parte, Marta Arce, la otra participante en la cita británica entre los presentes, mostró una actitud positiva al afirmar que "este año los Paralímpicos han dado un paso adelante". "Competí en un pabellón con unas instalaciones magníficas, que estaba lleno. Tanto que, para las semifinales, mi marido y mi hijo se quedaron sin entrada, por lo que se tuvieron que colar para verme", relató la judoca, que obtuvo el bronce, medalla que unió a las dos platas obtenidas en Atenas 2004 y Pekín 2008.
Quien no pudo formar parte de la delegación española, y no por méritos deportivos, fue el palista Eduardo Cuesta, al que un problema burocrático de las federaciones dejó sin el deseado billete, "pese a ser cuarto en el último Mundial". Ostenta un palmarés envidiable, adornado con seis oros, cuatro platas y siete bronces en Campeonatos del Mundo, obtenidos en las diferentes categorías existentes. "Siempre he entrenado con gente sin ningún tipo de hándicap, en mi club no hay otros discapacitados", comenta quien fue en 2009 campeón absoluto de la Comunidad de Madrid sin discapacidad. "Mis sueños son poder ir a Río y conseguir un trabajo que me permita vivir del deporte". Los comienzos no fueron sencillos para Eduardo: "En un campeonato me llamaron retrasado, al principio me sentía apartado por los demás". Con el paso de los años y la adquisición de experiencia, su confianza y seguridad han aumentado. "Nunca pienso que tengo discapacidad, soy una persona normal como cualquier otra".
El camino por recorrer hacia una completa igualdad es arduo, pero las personas con algún tipo de hándicap no tienen temores, ni ninguna barrera que se les resista para continuar con su lucha. Concluyen con un claro mensaje: "Sólo buscamos que no nos traten de forma diferente al resto".
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27/11/2012