Un tercio de los casos de Alzheimer, una enfermedad degenerativa para la que podría haber una terapia en un plazo de cuatro o cinco años, podría reducirse si se corrigieran, con una mayor actividad física y mental, factores de riesgo como la hipertensión, el tabaquismo o el sedentarismo.

Así lo han asegurado hoy a EFE expertos en el tratamiento del Alzheimer con motivo de la jornada sobre esta enfermedad que, entre hoy y mañana, acoge la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados.

El presidente de la Sociedad Española de Neurología, Jerónimo Sancho Rieger, y el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Clínico de Valencia y organizador de la jornada, José Miguel Laínez, han coincidido en destacar en declaraciones a Efe la importancia de la prevención para reducir el avance del Alzheimer.

Laínez ha asegurado que "claramente va a aumentar el número de casos, pero también hay datos que apuntan a que se está retrasando un poco la aparición y si se pudieran corregir algunos factores de riesgo, probablemente podríamos evitar un 30 por ciento de los casos".

Ha destacado la importancia del ejercicio físico en la prevención del Alzheimer: "Es quizá más preventivo que el ejercicio mental porque influye en factores de riesgo vascular, como hipertensión y diabetes".

Según Laínez, es esencial el diagnóstico precoz de la enfermedad, ya que en la actualidad se diagnostica cuando el cerebro está "demasiado estropeado y empieza a tener lesiones"; en la detección precoz de la dolencia juegan un papel muy importante las nuevas tecnologías de imagen y resonancia magnética.

Respecto a los tratamientos, Laínez ha señalado que aunque el primer ensayo de una vacuna tuvo que parar porque se produjeron complicaciones graves, se está realizando ahora un segundo ensayo y la impresión es que "va a ser un tratamiento efectivo".

El experto ha matizado que aunque hablar de vacunas significa una "curación preventiva absoluta", en el caso del Alzheimer es "un término exagerado".

"Lo que se está haciendo -ha matizado- son tratamientos inmunológicos que intentan evitar los depósitos de la sustancia beta-amiloide, algo que seguro retrasaría la aparición de la enfermedad".

A su juicio, los estrategias terapéuticas que se están llevando a cabo, como vacunas o anticuerpos monoclonales que evitan el depósito de la sustancia beta-amiloide, "podrían ser una realidad en un plazo de cuatro o cinco años".

Respecto al origen de la enfermedad, Jerónimo Sancho Rieger ha declarado a EFE que es difícil conocerlo, aunque ha explicado que estrictamente genético es un cinco por ciento de los casos de Alzheimer, mientras en el resto puede haber una predisposición genética y un factor ambiental externo desencadenante de la enfermedad.

"No se sabe mucho del origen del Alzheimer, aunque sí sabemos que en las fases tempranas de la enfermedad puede haber un factor inflamatorio sobre el que si pudiéramos actuar, se podría detener la cascada de acontecimientos que producen la muerte neuronal y así, influir sobre el curso de la dolencia", ha explicado.

Actualmente sólo se dispone de tratamientos para los síntomas de la enfermedad, aunque quizá "en un futuro cercano" se puedan tener tratamientos que influyan en la progresión de la enfermedad: "Y, sobre todo, podamos enlentecerla".

Los expertos han señalado que esta enfermedad afecta especialmente a las mujeres, quizá porque viven más años, aunque también se ha especulado con la influencia de factores hormonales o incluso con que hay más afectadas porque antes, el sexo femenino tenía una menor formación y escolarización

EFE
11/11/2012