"La detección temprana de hipoacusia en el niño es fundamental. Hoy en día hay algunos hospitales que realizan pruebas de tamiz auditivas. Se supone que se deben hacer normalmente, aunque en mi país (México), como en Argentina, no se practica en todos los hospitales. Es bueno que los padres sepan que esto es importante para que un niño pueda tener más posibilidades de recibir un transplante coclear", destacó Lilian Flores Beltrán. La especialista en hipoacusia ofreció ayer charlas gratuitas para padres de niños con problemas de audición y para profesionales.

Flores Beltrán fue la primera mexicana certificada en Terapia Auditiva Verbal por la Alexander Graham Bell Academy for Listening and Spoken Language, con sede en Washington; es asesora de rehabilitación de Cochlear Américas para América Latina; escribió cuatro libros sobre la temática en la que se especializa; y es la coordinadora para América Latina del curso para padres de la Clínica John Tracy, de Los Ángeles.



- ¿Cuáles son los avances en investigación sobre implantes cocleares?

- Cada vez son mejores las estrategias y la tecnología, como el sistema Nucleu (implante más reciente y avanzado que permite escuchar con mejor calidad y más precisión). El avance se nota, porque en nada se parecen las tecnologías de ahora con aquellos primeros multicanales de 1984.



- ¿Demora en llegar esa tecnología a esta parte del mundo?

- La tecnología llega pronto. Y desde luego que para recibirla deben cumplirse requisitos de la Ley de Salud. El implante no es mágico, hay que enseñarle al paciente a escuchar para que desarrolle el lenguaje oral.



- ¿Quiénes llevan la delantera en esta tecnología?

- Argentina es en América Latina de los países que van en la punta. Aquí se puso el primer implante. Se trata de prótesis que tienen una parte interna y otra externa. Esto facilita que el paciente pueda escuchar cuando los audífonos convencionales no son suficientes para este tipo de pérdida de la audición.



- ¿Quién es un buen candidato para un implante coclear?

- Hay un período crítico para la plasticidad del desarrollo del lenguaje, que se ubica entre los cero meses a los tres años y medio. Si el niño perdió la audición después y adquirió algo de lenguaje también es candidato; si no se le puso el implante temprano, pero estuvo en rehabilitación y aprendió a leer los labios es un candidato. También cualquier persona ensordecida por alguna enfermedad o accidente.



- ¿Qué actitud debe asumir la familia para una mejor recuperación del niño?

- El fonaudiólogo no solo le enseña al niño. Nuestro paciente principal es la familia. A mí lo que me interesa es que los chicos hablen como hablan los papás, que ese niño aprenda a escuchar y que los padres aprendan a crear ese ambiente ideal. No es difícil, pero hay que darles una buena guía. Para eso estamos.

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8/11/2012