Según los datos manejados por la Sociedad Española de Neurología (SEN), la demencia afecta en España al 10% de las personas de más de 65 años y al 30% de los mayores de 85 años, aunque también, en un porcentaje de casos, puede debutar mucho antes. La Enfermedad de Alzheimer, es la forma más frecuente de demencia y se estima que en nuestro país hay unos 800.000 casos y aproximadamente un 30-40% podrían estar sin diagnosticar.
Debido al progresivo envejecimiento de la población, está previsto que estas cifras aumenten de forma muy considerable en las próximas décadas. En 2050, podrían existir más de 1,5 millones de personas afectadas por la Enfermedad de Alzheimer en España y más de 113 millones en todo el mundo.
La potenciación de la reserva cognitiva mediante ejercicios de entrenamiento cognitivo, el cuidado de la salud cerebral mediante el ejercicio físico, el cuidado de la alimentación y el adecuado control de los factores de riesgo vascular pueden ser los pilares de los programas de prevención primaria de demencia cuya eficacia debería probarse con los correspondiente planes de investigación. "Un estilo de vida dirigido a cuidar los factores de riesgo vascular, estimular la actividad mental y fomentar la interacción social, favorece la formación de nuevas neuronas y a nuevas conexiones. De esta forma, se contribuye a incrementar la reserva cerebral sobre la que se basa la capacidad del cerebro para defenderse de un proceso patológico como el Alzhéimer y permite retrasar la aparición de la enfermedad. Por tanto, este tipo de intervenciones podrían en un futuro reducir el número de casos", explica el Dr. Pablo Martínez-Lage.
Del mismo modo, se ha de potenciar la investigación sobre la detección del proceso fisiopatológico del alzhéimer en personas asintomáticas y los factores que en ellas se asocian al desarrollo de los síntomas con el objeto de sentar las bases de una futura prevención específica de la enfermedad mediante estrategias terapéuticas dirigidas a modificar los mecanismos y el curso de la enfermedad.
El diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer en fase de demencia leve sigue siendo una herramienta fundamental para mejorar la calidad de vida de los pacientes. La enfermedad de Alzheimer tiene tratamiento. Hay ciertos fármacos que han demostrado eficacia a la hora de mejorar los síntomas cognitivos, conductuales y funcionales e incluso estabilizar entre seis y dieciocho meses la evolución de los síntomas. "Para muchos pacientes y familiares resulta complicado distinguir los primeros síntomas del Alzhéimer de los cambios propios de la edad. Aunque no se trata de preocuparse si, en un momento dado, no se recuerda un dato o se olvida lo que estaba haciendo o pensando, sí se debe acudir al médico cuando se detecten fallos reiterados en la memoria reciente. Acudir pronto al neurólogo es otra de las claves para poder tratar y, así, ralentizar esta demencia", comenta el Dr. Pablo Martínez-Lage.
"Desde la Sociedad Española de Neurología, creemos que sería necesario instaurar en nuestro país un plan estratégico anti-Alzheimer, semejante al que existe en Francia, en Gran Bretaña o en Alemania. Sería fundamental para optimizar el diagnóstico y el tratamiento, mejorar el acceso y gestión de los recursos y promover la investigación", concluye el Dr. Pablo Martínez-Lage.
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30/10/2012