La música es una de las bellas artes que tienen un impacto muy fuerte en la salud, el estado de ánimo, los sentimientos y la recuperación de pacientes.
Suave, fuerte, triste, alegre, del género que sea es parte de la cultura de todos los pueblos, de todas las personas que buscan en sus diferentes géneros encontrar una forma de expresión y desahogo muy eficaz.
Y es por sus grandes efectos que desde hace tiempo ha sido considerada como un medio terapéutico para muchas enfermedades.
La musicoterapia hace uso de sonidos, trozos musicales y estructuras rítmicas para conseguir diferentes resultados terapéuticos directos e indirectos a nivel psicológico, psicomotriz, orgánico y energético.
Como apoyo médico, psicólogos, psiquiatras, médicos y otros profesionales especializados en la música la utilizan para mejorar el funcionamiento físico y psicológico de personas que por diversos motivos, enfermedades o traumas, son incapaces de transmitir verbalmente sus sentimientos o pensamientos.
Se emplea con todo éxito para ayudar a controlar trastornos orgánicos de un derrame cerebral o un accidente grave, el mal de Parkinson o en personas que tienen algún trastorno del lenguaje. Ha sido especialmente útil en el tratamiento de niños autistas o emocionalmente desequilibrados como son los niños sicóticos ya que permite la socialización, sobre todo en niños que tienen alguna incapacidad neurológica, en ciegos y sordos, ya que la música y el ritmo los ayuda enormemente.
Otra aplicación de la musicoterapia es para personas en las cárceles que tienen programas de adaptación social y en las casas de reposo de adultos mayores permite la comunicación y expresión así como el estímulo de sentidos y sensaciones.
Pero también es maravillosa para todas las personas que tenemos otro tipo de enfermedades o que por el estrés cotidiano de la vida diaria necesitamos un apoyo para sentirnos mejor, y es por ello que Pfizer comparte algunas sugerencias para que al escuchar música clásica podamos ayudar a calmar algunos de nuestros problemas de salud.
- Si padeces Insomnio, escucha los Nocturnos de Chopin, Preludio para la siesta de un Fauno de Debussy o el Canon en Re de Pachelbel.
- Si tienes Hipertensión: no dejes de escuchar Las cuatro estaciones de Vivaldi, Serenata nº13 en Sol Mayor de Mozart, Música acuática de Haendel, el Concierto para violín de Beethoven y la Sinfonía nº8 de Dvorak.
- Cuando sientas Ansiedad:escucha el Concierto de Aranjuez de Rodrigo, Las cuatro estaciones de Vivaldi, La sinfonía Linz o k425 de Mozart.
- Dolor de Cabeza: Te lo puede cambiar el Sueño de Amor de Liszt, la Serenata de Schubert o el Himno al Sol de Rimsky-Korsakov.
- Si requieres de Energía:escucha la La suite Karalia de Sibelius, la Serenata de Cuerdas (op. 48) de Tchaikovsky o la Obertura de Guillermo Tell de Rossini.
Recuerda, la música y el ritmo permiten además de divertir, impactar en la salud integral ya que relaja y permite canalizar energía y estrés y puede ser utilizada para ayudar a muchos enfermos con diversos problemas físicos y mentales.
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11/08/2012