Luego de pasar la tarde del domingo con Eric Dompierre y sus padres, es evidente que están infinitamente agradecidos de que él siempre haya sido incluido.
Eric Dompierre padece síndrome de Down, pero se le ha permitido jugar con otros chicos en Ishpeming, Michigan, desde que estaba en la escuela primaria.“No sabíamos qué tan lejos llegaría, ni cuántos entrenadores lo mantendrían en el equipo”, dice Dean Dompierre, padre de Eric.
Cuando pasó a la secundaria, invitaron a Eric a seguir jugando. Ahora forma parte tanto del equipo de futbol de Ishpeming como del de básquetbol. Asiste a todas sus prácticas, entrena junto con otros jugadores y, si se dan las condiciones, juega unos minutos al final del partido.
Durante la temporada de playoffs de básquetbol, Eric derrotó a los de casa. Luego de ir a la cabeza, el equipo lanzó a Eric al campo de juego y él lanzó un disparo de tres puntos en contra de sus rivales del bachillerato Negaunee.
“Yo estaba del lado izquierdo detrás de la línea de los tres puntos y me pasaron el balón”, dice Dompierre con una sonrisa mientras recuerda el juego. “Escuché a los fans y a mi mamá gritando”.
El padre de Eric se encontraba de pie con la cámara y capturó la extraordinaria reacción.
“Videograbé a la multitud, mayormente compuesta por fanáticos de Negaunee, incluyendo a la sección estudiantil, y estaban todos de pie aplaudiendo a Eric”.
Lo mismo sucedió cuando Eric pateó su primer punto extra para el equipo de futbol americano hacia el final del juego, hace dos años.
“Estaba impresionado de que le hubieran dado la oportunidad de patear y, cuando lo hizo, pensé ¡Yuju! Y luego, vi la reacción de los chicos, lo sacaron del campo en hombros, fue uno de los mejores momentos”, recuerda la madre de Eric, Jill Dompierre.
Aunque Eric aún es junior, quizá termine su carrera deportiva escolar. Eric cumplió 19 años en enero, lo cual lo pone seis meses arriba del límite de edad máxima para jugar. Retuvieron a Eric en el jardín de niños debido a su discapacidad.
De acuerdo con la constitución de la liga atlética de la secundaria de Michigan, a los estudiantes que cumplen 19 años antes del 1 de septiembre no se les permite competir en deportes. Esta norma intenta evitar la posibilidad de lesiones o ventajas competitivas de atletas mayores y más desarrollados ante atletas más jóvenes.
Durante los dos últimos años, los padres de Eric, con el apoyo del distrito de la escuela Ishpeming, han intentado cambiar esa norma de modo que Eric pueda jugar durante su último año.
Sin embargo, un comité de la asociación atlética escolar del bachillerato Michigan ha rechazado ambas propuestas que permitirían participar a chicos como Eric.
James Derocher es presidente del comité y dice “nuestros miembros deben cambiar la constitución y, hasta este momento, nos han dicho ‘no’”.
Derocher dice que una de las preocupaciones de dejar jugar a Eric es que otros chicos de 19 años pedirán, en un futuro, esa ventaja competitiva a causa de una discapacidad.
Veintitrés estados hacen excepciones por motivos de edad para estudiantes con discapacidades, pero ese hecho no influye mucho en Derocher.
“¿Y qué pasa con los otros 27 estados como Michigan? ¿Nadie habla de ellos?”, pregunta.
El distrito escolar de Ishpeming presentó una tercera propuesta a nombre de Eric, que aún está pendiente de respuesta. El comité tiene la opción de rechazarla o de permitir que las escuelas de la zona voten al respecto. En este último caso, se requiere una mayoría de dos tercios para cambiar la norma de la edad. La decisión de realizar la votación o no se tomará en la próxima reunión del comité programada para mayo.
“La norma es de hace 100 años. En esos 100 años hemos avanzado mucho en cuanto a la forma en la que involucramos e incluimos a las personas con discapacidades. Y creo que es tiempo de que esa norma se actualice también”, dice Dean Dompierre.
La causa de Eric está atrayendo mucho apoyo y atención. El 24 de marzo dio inicio una petición en línea en el sitio web Change.org que ya tiene 80,000 firmas. Yooper Shirts, una tienda de playeras de Ishpeming, está vendiendo playeras que dicen “déjenlos jugar”. El residente Nick Joseph entró a comprar dos playeras el la tarde del lunes y dijo “es una de esas cosas positivas que ya no vemos en nuestra sociedad”.
El sótano de la casa de los Dompierre se ha transformado en un minigimnasio y es lo que Eric llama su “cueva del hombre”. Hay un salón de pesas una red para practicar sus goles de campo y un aro de básquetbol.
Eric tiene una selección de palabras dedicadas a aquellos que decidirán si podrá seguir practicando deportes o no.
“Les diría que me dejaran jugar con mis amigos para poder estar con ellos. Ellos quieren que yo juegue tanto como yo deseo jugar con ellos”.
http://mexico.cnn.com
13/05/2012