Más de 34.000 personas en España tienen síndrome de Down, una discapacidad que se da en uno de cada 800 nacimientos en el mundo y que adquiere hoy un protagonismo especial por celebrar su Día Mundial, en el que los afectados quieren hacer hincapié en que no están enfermos, sólo tienen un cromosoma de más.
La Federación Down España lanza hoy la campaña «Tengo síndrome de Down y no soy tan distinto a ti» con el objetivo de sensibilizar y concienciar a la sociedad sobre la realidad de las personas con esta discapacidad intelectual.
Con la campaña, que consiste en un spot basado en un manifiesto, se pretenden desterrar falsas ideas y creencias, y trasladar una imagen adecuada y real de los afectados por este síndrome como «personas con cualidades y defectos, tan capaces y distintos como el resto de ciudadanos, que se sienten bien consigo mismos, tienen sueños, proyectos y voz para expresar cómo quieren que sea su vida».
«Tengo síndrome de Down pero no estoy enfermo, sólo tengo un cromosoma de más. Por eso me cuesta hacer algunas cosas», comienza el manifiesto de la federación, que explica en su web en qué consiste esta discapacidad.
Es una alteración genética producida por la presencia de un cromosoma extra (o una parte de él) en la pareja cromosómica 21, de tal forma que las células de estas personas tienen tres cromosomas en dicho par -de ahí el nombre de trisomía 21-, cuando lo habitual es que sólo existan dos.
Este error congénito se produce de forma espontánea, sin que exista una justificación aparente sobre la que poder actuar para impedirlo.
La fecha 21 de marzo (21/3) es un símbolo que hace referencia a la triplicación (trisomía) de ese cromosoma que se traduce en la condición genética del síndrome.
«Si soy un adulto... no me trates como a un niño»
«Tómate tiempo para conocerme -dicen los afectados en el manifiesto-. Detrás de mis rasgos hay un ser humano único lleno de emociones y experiencias. Aunque nos parezcamos físicamente, no hay dos personas con síndrome de Down que sean iguales».
Las personas con el síndrome quieren que se respete su espacio e intimidad: «Son importantes para mí. Tengo muchas cualidades y muchos defectos... como tú», apuntan.
«Si quieres saber algo de mí -continúan-, habla conmigo primero. Me siento fatal cuando le preguntas a la gente cosas que yo debería contestar. Aunque sea un niño, también sé responder. Y si soy un adulto... no me trates como a un niño. ¿A ti te gustaría que lo hicieran?".
Los afectados piden respeto para ellos y para sus amigos y familia: «Si me discriminas, no sólo me haces daño a mí sino a todos los que me quieren y apoyan. Al igual que tú me gusta cuidarlos y hacerlos felices».
«Tengo sueños y proyectos que quiero realizar. Es posible que necesite un poco de apoyo para conseguirlo. Si es así, ayúdame"», prosigue el manifiesto, que añade: «Tengo derecho a equivocarme. Déjame hacer las cosas a mi manera aunque sepas que lo estoy haciendo mal».
A los afectados, aunque a veces les cueste entender lo que pasa alrededor, les gusta estar informados de lo que ocurre, y en el trabajo quieren oportunidades para hacer las cosas por ellos mismos.
«Tardaré un tiempo, pero -aseguran- pronto te demostraré que soy un empleado eficiente y un compañero más al que también puedes contar tus cosas. Me gusta ir a la moda, vestir ropa bonita y sentirme atractivo. ¿Por qué nunca salen en los anuncios chicos con síndrome de Down? Yo me siento bien tal y como soy».
Y sobre todo piden que no se les mienta, porque el engaño no les sienta bien.
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10/05/2012