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"Para cuidar la voz la principal regla de oro es no gritar y somos muy gritones"

La logopedia, una especialidad relativamente nueva, ha ido abriéndose camino en el tratamiento de trastornos relacionados con la comunicación, la voz y el lenguaje. Sus profesionales se han hecho prácticamente imprescindibles en centros especializados para niños y adultos con determinadas patologías como parálisis cerebral, síndrome de Down o autismo y desde hace dos años la especialidad se ha incorporado al hospital de Jerez dentro del servicio de Otorrinolaringología. Hoy, 6 de marzo, se celebra el Día Europeo de la Logopedia. Maite Chueca es logopeda en el hospital y se ha especializado en el tratamiento de las disfonías o ronqueras en su propia consulta.



-¿Cuándo interviene un logopeda?



- Trabajamos un montón de aspectos, como la disfonía, es decir, la persona que se queda ronca, también atendemos a enfermos con lesiones cerebrales que pierden la capacidad de hablar, con personas que tienen problemas para tragar, retrasos en el lenguaje en niños, problemas con la lectoescritura, la dislexia, problemas de pronunciación, el típico niño por ejemplo que no pronuncia la 'r', la tartamudez o personas que hablan muy deprisa.



- El campo de actuación es entonces amplísimo y no sólo relacionado con el aprendizaje en niños, como suele pensarse.



- Claro, incluso trabajamos la audición con adultos, con implantados cocleares, a los que hay que enseñarles otra vez a escuchar. Con adultos se trabaja muchísimo: por ejemplo, también con los operados de laringe por un cáncer.



- La logopedia, sin embargo, es una disciplina reciente.



- Antes todo esto se hacía a través de especialidades médicas o máster, pero ya no, ahora existe la profesión de logopeda y yo siempre insisto mucho a los pacientes para que cuando vayan a un logopeda se cercioren de que realmente tenga la titulación.



- ¿Hay mucho intrusismo?



- Mucho, mucha gente que son sicólogos, pedagogos y con un máster se dedican a temas de logopedia. Yo soy logopeda y he hecho cursos de sicología pero por eso no se me ocurre tratar a una persona con una depresión. Es importante informarte de quién te va a tratar y sobre todo, que esté colegiado.



- En el caso de los niños, ¿cuándo deben empezar a preocuparse los padres ante retrasos en el habla o una mala pronunciación y acudir a un profesional?



- Un niño cuando hace seis años tiene que pronunciar bien todos los sonidos, porque a esa edad ya empieza con la lectoescritura y si no tiene claros los sonidos, los va a confundir probablemente al escribir.



- ¿Los problemas de pronunciación son los más habituales en los niños?



- Sí, sobre todo, dificultades para pronunciar la 'r'.



- Usted está más especializada en adultos y concretamente en las disfonías. ¿Por qué se producen?



- Fundamentalmente son personas que tienen una mala técnica vocal. A la hora de hablar no saben hacerlo de forma correcta y fuerzan. Hay que aprender a hablar sin esfuerzo, tú no debes notar tu garganta, que te cueste trabajo hablar.



- ¿Y cómo se trabaja una disfonía?



- Se trabaja el tema de la respiración, es decir, a la hora de hablar hay que coger aire con el diafragma y también trabajar la coordinación fonorespiratoria, la relajación, la higiene vocal, la resonancia e impostación, la melodía, entonación, el timbre y el tono de la voz. Hay por ejemplo, hombres que vienen porque tienen la voz muy aguda o mujeres con tonos muy graves que no les corresponde.



- ¿Cómo se corrige? ¿Sólo a base de ejercicios y constancia?



- Ejercicios, es la única fórmula. Para el trabajo con la voz lo único que hay es ejercicios y disciplina para aprender a controlar tu garganta, tu laringe. Realmente es todo el cuerpo el que debe trabajar para la voz, para tener una voz clara.



-¿Cuidamos suficientemente la voz?



- No, nadie echa cuentas hasta que le falta.



- ¿Y cuáles son las reglas de oro para cuidarla?



- Primero, no gritar, que somos muy gritones todos, luego hidratar adecuadamente la garganta, no carraspear, que también es importante porque es muy agresivo para las cuerdas vocales, evitar el reflujo, que también provoca mucha irritación de la laringe y tampoco susurrar, que es igual de malo que gritar, porque se fuerzan las cuerdas y por supuesto no fumar, ni beber y no hablar haciendo deporte ni cuando se lleva peso.



- Imagino que hay profesiones más propensas a este tipo de problemas .



- Por ejemplo, en teleoperadores y maestros se considera ya una enfermedad profesional. Y luego hay otros profesionales como los vendedores, locutores, abogados, todos los que su voz sea su herramienta de trabajo se suelen ver afectados.



- ¿Puede tener consecuencias graves no tratar una disfonía? - Una ronquera durante mucho tiempo puede dar lugar a nódulos, pólipos, que ya son lesiones que precisan en algunos casos cirugía y en otras se reabsorben con rehabilitación, pero incluso cuando hay que operar luego se hace rehabilitación. Es importante controlar, porque si sigo hablando mal me van a volver a salir.



- ¿Cuál es la función de un logopeda en un hospital?



- En el hospital los logopedas atendemos las disfonía, disfagias, que son problemas para tragar, y también trabajamos con personas que han sufrido lesiones cerebrales.



- ¿Son cada vez más demandados?



- Cada vez hay más demanda, la gente está más concienciada. Cuando tienes un problema vas a un especialista y si tu hijo no pronuncia determinados sonidos es importante tratarlo porque si no hay una comprensión del lenguaje se va a quedar retrasado en el aprendizaje. Tiempo no trabajado es tiempo perdido sobre todo en la evolución de un niño.

http://www.diariodejerez.es
24/04/2012

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