Cuando se estimula el recuerdo empieza la aceptación de una enfermedad progresiva en la que formar supone empezar a tratarla. En un trastorno como el Alzheimer, los afectados necesitan ser autónomos y participar de su vida y su salud por lo que el conocimiento es fundamental.
Este es solo uno de los apuntes ofrecidos por los expertos encargados de presentar el XVII Curso Nacional de Enfermedad de Alzheimer en el Palacio de Congresos, donde más de 200 profesionales de toda España discuten hasta mañana sábado los últimos avances en prevención y diagnóstico.
Si nos detenemos en Cádiz, en prácticamente una década encontramos un aumento de más del 40% en incidencia de la enfermedad desde 1.495 pacientes teóricos en 2000 hasta alcanzar los 3.115 en la actualidad entre Cádiz y San Fernando, -las dos localidades atendidas por el Hospital Puerta del Mar, que llegaron a 2.184 pacientes en 2000-. Este incremento responde a la «evolución lógica de la pirámide de edad», argumentó Santiago Cousido, neurólogo del Hospital Universitario Puerta del Mar.
Estas jornadas tienen un carácter multidisciplinar y se dividen en varios apartados que atienden a la génesis de la enfermedad y los factores para la prevención en el desarrollo de los síntomas, la rehabilitación cognitiva y el tratamiento. Un curso del que el coordinador del Grupo de Estudio de Conducta y Demencias de la Sociedad Española de Neurología, Pablo Martínez-Lage, se siente «especialmente orgulloso porque no tiene igual, trata aspectos muy punteros y abarca a todas las disciplinas».
Geriatras, terapeutas ocupacionales, enfermeros y trabajadores sociales, entre otros, discutirán en las jornadas, que se complementa con talleres y actividades prácticas, asuntos como el diagnóstico temprano de la enfermedad, las intervenciones preventivas para que los tratamientos sean eficaces antes de los primeros síntomas y una idea que como apuntó Martínez-Lage «creo que será una de las conclusiones del curso, la eficacia de la estimulación cognitiva o no farmacológica».
En este punto, el coordinador a nivel nacional explica que aunque hay que demostrar dicha eficacia, «la estimulación cognitiva reglada y dirigida por un terapeuta para estimular las funciones que se mantienen en el enfermo es equiparable a los fármacos». A la hora de valorar esta vía de tratamiento se tiene en cuenta «la viabilidad y los efectos secundarios».
En estos momentos la estimulación cognitiva se lleva a cabo en los centros de día, que «no son aparcaderos de enfermos sino centros terapéuticos». Cuando se produce un rechazo del afectado a recibirla, Martínez-Lage aconseja que antes se «comunique el diagnóstico al paciente». Así, la enfermedad se aborda desde dos frentes, la medicación y la rehabilitación, esta última desde las asociaciones de familiares.
El Alzheimer afecta a tres esferas que tienen que ver con la cognición, los trastornos de la conducta y la pérdida de la capacidad funcional. Martínez-Lage explicó durante la presentación que con los recursos de los que se dispone hoy, como la terapia combinada de medicamentos, se trata de mejorar en la estabilización de la enfermedad. «La terapia combinada retrasa hasta uno o dos años el ingreso del enfermo en una residencia por lo que también hablamos de ahorro», afirmó el doctor.
Miguel Moya, coordinador local del curso, apuntó además a los hábito saludables para retrasar la aparición de la enfermedad. Entre ellos destacó la estimulación mental que ofrece el ingenio que se desarrolla en el Carnaval de Cádiz
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5/04/2012