El objeto de la presente columna reside en hacer referencia al taller educativo denominado "Dislexia y retraso lector", dictado por la Lic. Sandra Torresi en el marco de las Jornadas sobre "Primera Infancia y Neuroeducación: El desarrollo del cerebro lector y sus dificultades", llevadas a cabo los días 30 de septiembre y 01 de octubre de 2011 en Capital Federal, y organizadas por la Consultora Educativa "Diálogos".
La expositora Sandra Torresi comienza su taller introduciendo el concepto de "conciencia fonológica", entendiendo por el mismo (Lyon, 2003) "la toma de conciencia de los componentes fonémicos del lenguaje oral (fonema inicial, fonema final, secuencias) y la adquisición de procesos que se pueden efectuar sobre el lenguaje oral (segmentar palabras, omitir y/ o agregar fonemas, invertir fonemas)". Al respecto, existen diferentes grados de conciencia metalingüística, a saber (de menor a mayor grado): sensibilidad fonológica, conciencia segmental, desarrollo fonológico.
La Lic. Sandra Torresi sostiene que a nivel fonológico puede darse dos tipos de déficit: 1) vinculación directa (mecanismos de lectura); 2) vinculación indirecta (comprensión lectora, falta de atención sobre aspectos de orden superior).
Respecto a la etapa pre- lectora, en ella el sujeto adquiere conciencia explícita de la estructura del lenguaje oral (mejor predictor). Esto último se halla estrechamente vinculado al rendimiento lector.
En relación a la conciencia fonológica, Sandra Torresi afirma que la segmentación silábica aparece en el niño antes de los cinco años; la segmentación fonémica a partir de los cinco años, y la consolidación alrededor de los siete u ocho años.
Siguiendo con el nivel fonológico, Sandra Torresi habla acerca de la lectura oral guiada. Por un lado, caracteriza la "prosodia" a partir de la velocidad, la expresividad y la precisión; y -por otro lado- caracteriza la "fluidez" a partir de la decodificación precisa, la automaticidad, y la expresividad y entonación apropiadas. La fluidez en la lectura oral constituye una habilidad que abarca más que la decodificación (Rasinski, 2005).
Respecto a los niveles de comprensión, Sandra Torresi considera tres momentos: 1) Informativo literal (tema, ideas principales); 2) Interpretativo (relacionar con ideas previas, entiende los propósitos del autor, generalizar); 3) Criterio valorativo (captar el mensaje, juicios).
Más adelante, en relación al sustrato neural lector y el reconocimiento de palabras, la Lic. Sandra Torresi remite a dos rutas posibles: 1) Ruta directa (léxica); 2) Ruta indirecta (subléxica). La ruta directa (léxica) se caracteriza por un análisis visual donde se produce a) la activación de formas ortográficas de la palabra en la memoria, b) el acceso a las representaciones semánticas y fonológicas, c) el reconocimiento global, rápido y la unidad es la palabra. La ruta indirecta (subléxica) se caracteriza por un análisis visual donde se produce la activación de formas fonológicas de la palabra en la memoria.
Al respecto, Sandra Torresi añade que la lectura oral guiada depende de tres tipos de información que coexisten durante el aprendizaje: por un lado, la ruta léxica, directa y global; y por otro lado, la ruta subléxica, indirecta y fonológica. Los tres tipos de información de cada ruta son interindependientes.
La expositora Sandra Torresi menciona tres tipos de T.E.A. (Trastornos Específicos del Aprendizaje), a saber: 1) Disortografía, 2) Discalculia, 3) Dislexia. Puntualmente, Sandra Torresi sostiene -en relación a la dislexia- que existe, por una parte, una dificultad específica en la decodificación de palabras simples y, por otra parte, una lata prevalencia (5 al 20 % de escolares).
La dislexia, respecto a la distribución normal, se expresa en distintos grados. En este sentido, existe variabilidad en el diagnóstico. Según la literatura actual (bibliografía actual), la distribución normal constituye un continuo que va desde una baja capacidad lectora, sigue por una media capacidad lectora hasta llegar a una alta capacidad lectora.
Respecto al diagnóstico, Sandra Torresi hace referencia a: 1) Dislexia del desarrollo (Trastorno Específico del aprendizaje lector) que se caracteriza por perdurar la severidad de las dificultades; 2) Garden Variety (Variedad Jardín), que se caracteriza por un rendimiento lector asociado a Capacidad baja; 3) Retraso lector, que se caracteriza por desfasaje fonológico.
La dislexia del desarrollo se caracteriza por un menor reconocimiento de palabras, menor comprensión escrita y mayor comprensión oral. La Variedad Jardín se caracteriza por menor reconocimiento de palabras, menor comprensión oral y menor comprensión escrita. La hiperlexia o retraso lector se caracteriza por mayor reconocimiento de palabras, menor comprensión oral y menor comprensión escrita.
Más adelante, Sandra Torresi habla de los niveles cognitivos, ellos son: 1) Procesos periféricos: visuales, auditivos; 2) Procesos intermediarios: memoria auditiva, procesamiento fonológico; 3) Procesos centrales: inteligencia, procesos verbales superiores.
Luego, la Lic. Sandra Torresi afirma que el problema está en la memoria auditiva fonológica. A continuación, Sandra Torresi cita la siguiente definición de dislexia: "Dificultad para la decodificación o la lectura de palabras aisladas o simples) por lo que están implicados los procesos cognitivos intermediarios entre la recepción de la información y la elaboración del significado" (Etchepareborda y Habit).
Respecto a la competencia lectora, Sandra Torresi establece una diferencia entre los niños disléxicos y los adultos disléxicos. La expositora sostiene que existe un desfasaje en el niño disléxico en relación al adulto disléxico en relación a la competencia lectora. Existe un déficit fonológico en el niño disléxico.
Los indicadores en Nivel Inicial son: 1) retraso en el lenguaje oral; 2) inmadurez fonológica; 3) dificultad en juegos sencillos de C.F.; 4) incapacidad de rimar a los cuatro años; 5) dificultad con nombres de letras/ sonidos; 6) escaso dominio manual.
La dislexia se caracteriza por mayor lentitud en la denominación rápida de imágenes y menor productividad en fluidez verbal. En relación al procesamiento temporal, los disléxicos requieren estímulos más largos en la modalidad auditiva para el reconocimiento fonológico.
Ana Carolina Erregarena
Licenciada en Letras (UBA, 1999)
Profesora de Enseñanza Media y Superior en Letras (UBA, 2002)
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15/01/2012