Depende de la comunidad autónoma, pero el retraso medio en el diagnóstico y tratamiento de la esclerosis múltiple lo sitúan los neurólogos españoles entre uno y dos años. Detectarla «es fácil, pero el problema es que el paciente llegue al neurólogo, que el médico esté sensibilizado con síntomas como la parestesia o el trastorno visual». Guillermo Izquierdo, neurólogo del Hospital Virgen de la Macarena, de Sevilla, añade que la atención temprana «cambia la evolución de los pacientes». Rafael Arroyo, coordinador de la unidad de esclerosis múltiple en el Hospital San Carlos, de Madrid, incide: «Lo ideal es protocolizar el diagnóstico, pero, para la detección precoz, lo primero es concienciar a la población y, lo segundo, a los profesionales, médicos de familia y oftalmólogos».

De diagnósticos tardíos hablaron Izquierdo y Arroyo en Ámsterdam, donde se celebró el congreso mundial de la esclerosis múltiple. Arroyo matiza que los médicos de primaria «tienen que resolver en cinco minutos y, cuando el paciente llega al neurólogo, le dedicamos al menos una hora». Añade que la «concienciación progresiva de la población y la formación de los médicos hacen que cada vez lleguen más pacientes, y hay algunos que llevan hasta tres años con problemas».

Sin cura y de difícil pronóstico, esa enfermedad inmunológica del sistema nervioso central afecta a gente joven, de entre 20 y 40 años, incluso a niños. No es hereditaria, «pero es una alteración mediada por un componente genético», explica Izquierdo. Aunque hace 16 años ni había con qué paliarla, «los nuevos tratamientos mejoran la calidad de vida; no solo evitan recaídas», sostiene Rafael Arroyo.

Síntomas variables

La esclerosis múltiple puede manifestarse con síntomas muy variables, aislados o combinados, generalmente duran un mínimo de 24 horas y se resuelven, parcial o totalmente, en días o semanas. Pueden atribuirse a factores esporádicos y no vincularlos con una enfermedad a la larga incapacitante, por eso, sin presuponer nada antes de que otras pruebas lo confirmen, los neurólogos sugieren estar atentos ante pérdida de agudeza visual, entumecimientos de extremidades u otras partes del cuerpo, mareos, inestabilidad y problemas para caminar. También recomiendan tener en cuenta debilidad en extremidades, con alteración de la sensibilidad, problemas de incontinencia urinaria o sexuales, que afectan a la excitación o al orgasmo. La fatiga es uno de los síntomas más frecuentes de la esclerosis múltiple. La depresión suele afectar a esos enfermos, más de la mitad de los cuales refieren dolor continuo.

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15/12/2011