Los recién nacidos con bajo peso al nacer tienen una probabilidad cinco veces mayor de sufrir autismo que los que tienen un pero normal. Una investigación realizada en la Universidad de Pensilvania (EE.UU.) aseguran haber encontrado una relación entre el bajo peso al nacer y los niños diagnosticados con autismo. Según sus resultados, los bebés prematuros tienen cinco veces más probabilidades de tener autismo que los niños nacidos con peso normal.
Los investigadores han analizado a 862 niños desde el nacimiento hasta la edad adulta y han visto que el 5% de los niños fueron diagnosticados con autismo, en comparación con el 15 de la población general.
Los investigadores analizaron a un grupo de niños, algunos con un peso inferior a 500 gramos, durante 21 años, lo que hace de este trabajo, publicado Pediatrics, uno de los más importantes en este campo.
Los niños nacieron entre septiembre de 1984 hasta julio de 1987 y su peso al nacer oscilaba entre los 500 y los 2.000 gramos, hasta un máximo de alrededor de 2 kg.
Diagnóstico precoz
«A medida que mejora la supervivencia de los bebés más pequeños e inmaduros, los supervivientes con discapacidad representan suponen un creciente desafío para la salud pública», afirma la autora principal, Jennifer Pinto-Martin, quien confirma que hay muchos estudios que sugieren que el bajo peso puede ser un factor de riesgo para trastornos del espectro autista.
Los vínculos entre bajo peso al nacer y una serie de problemas motores y cognitivos han sido bien establecidos desde hace algún tiempo, pero éste es el primer estudio que establece que estos niños también tiene en mayor riesgo de trastornos del espectro autista.
«Los problemas cognitivos en estos niños puede enmascarar el autismo subyacente», señala Pinto-Martin. «Si hay sospechas de autismo o la prueba de detección para trastornos de espectro autista ha sido positiva, los padres deben solicitar una evaluación para estos trastornos. La intervención temprana mejora la evolución a largo plazo y puede ayudar a estos niños en la escuela y en casa».
En futuros estudios, los investigadores de la Universidad de Penn quieren investigar los posibles vínculos entre la hemorragia cerebral, una complicación de parto prematuro, y el autismo mediante el examen de ultrasonidos cerebrales tomados de estos niños recién nacidos.
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26/11/2011