'e-Mintza' es mucho más que el nombre de un nuevo programa informático. Pretende servir de voz para las personas que no pueden hablar. Autistas, pacientes con daño cerebral, mayores con enfermedades neurodegenerativas o discapacitados intelectuales. Con esa esperanza ha trabajado desde hace dos años la Fundación Orange y la Fundación Dr. Carlos Elosegui de Policlínica Gipuzkoa, que presentaron ayer su criatura en la Talent House, la residencia para investigadores de Donostia. La empresa donostiarra Nesplora ha desarrollado la idea, en colaboración con la asociación guipuzcoana de autismo Gautena y el apoyo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
'e-Mintza', que significa «habla electrónica» en euskera, nace para convertirse en una herramienta de comunicación digital de uso diario, gracias a su sencillo manejo, explicaron sus promotores. El programa se podrá descargar de forma gratuita (en el enlace http://fundacionorange.es/emintza.html). En la pantalla del ordenador aparece un tablero con pictogramas, imágenes y sonidos, un catálogo de palabras personalizable en función de los intereses de los usuarios. El manejo es intuitivo. Al pulsar cada categoría se abre una pantalla en la que se presentan una serie de pictogramas, cada uno con un sonido asociado y, al pulsar en cada icono la voz envía el mensaje directo a una pizarra que construye la frase. Por ejemplo, en la categoría comidas, se ofrecen distintos platos y alimentos y el usuario puede elegir entre todos ellos. El programa habla con voces reales, en euskera o castellano.
La sencillez del programa no revela su verdadero alcance. «Nos ha dado mucho más de lo que esperábamos», confiesa José Ángel Sáenz Olazabal, padre de Álex, un niño donostiarra de cinco años que sufre autismo. «Desde que lo probamos el crío ha aprendido a comunicarse mejor. Ha aprendido a relacionar el pictograma con la realidad. Ha mejorado su vocabulario y, aunque no es capaz de hacer frases, sí habla con monosílabos. Si le preguntamos qué quiere para cenar, nos responde con una palabra. Para nosotros eso ha sido increíble», describe . La tableta informática se ha convertido en herramienta de comunicación básica para la familia y que, por qué no, podría cruzar la puerta de casa y ser utilizada en el colegio, desean las familias.
Inge Lazkoz del Campo, psicóloga de Gautena, resume las ventajas de utilizar este tipo de dispositivos: «Cuando nos encontramos con un niño que no ha desarrollado el lenguaje verbal, hay dos cosas que debemos hacer dentro de un programa personalizado de apoyo. Por un lado, fomentar la intención comunicativa y por el otro, emplear un sistema alternativo y aumentativo como el 'e-Mintza', para que el niño pueda pedir, quejarse, preguntar, saludar, comentar, compartir y nombrar. Todo ello porque así aumenta la satisfacción del niño, aumenta la motivación para comunicarse, ofrece control sobre lo que le rodea y disminuyen los problemas de conducta».
Imágenes pegadas con velcro
Joaquín Fuentes ha estado detrás del proyecto desde el primer momento. Este psiquiatra infantil de Policlínica Gipuzkoa empezó a trabajar en el campo del autismo en 1981, tras décadas por las que ha visto pasar infinitos métodos de aprendizaje del lenguaje, desde los sistemas más caseros, como recortar imágenes y pegarlas con velcro por la casa, a la 'sofisticación' de las fotos a color por impresora y las presentaciones de powertpoint. «Muchas familias suelen llevar encima un cuaderno de comunicación, con las imágenes que necesitan para comunicarse con su hijo autista. Pero, ¿qué pasa cuando lo pierden o simplemente se les olvida? 'Es como si me cosieran la boca', me llegó a decir un paciente», relata.
Ahora confía en que la pantalla táctil que sostiene en sus manos se convierta en la herramienta clave para facilitar la comunicación a quienes sufren graves problemas de lenguaje. «Es mucho más que un gadget bonito. No es un instrumento para la diversión, sino un apoyo para las personas que lo necesiten, que pueda contribuir a su integración en la familia, en la escuela y en la sociedad». El nicho de usuarios es mucho mayor de lo que en principio se pueda pensar. Un estudio de la Fundación Dr. Carlos Elosegui concluyó que uno de cada 290 niños y niñas de entre cuatro y seis años de Gipuzkoa está recibiendo algún servicio por presentar alguna forma de autismo, lo que supone que en el Estado existen un total de 25.000 personas menores de 18 años con esa alteración del comportamiento, si se extrapolan las cifras.
Junto a Fuentes están también los otros padres del proyecto. Ramón Barinaga, presidente de Gautena; Ignacio Gallo, presidente de la Fundación Dr. Carlos Elosegui; Manuel Gimeno, director general de la Fundación Orange, y Flavio Banterla, directora general de la empresa Nesplora. Todos coincidieron en resaltar la colaboración «fundamental» de 21 familias de Gautena, que han aportado ideas para mejorar el dispositivo, y en dar esperanza gracias a nuevos desarrollos tecnológicos. «Si la tecnología facilita las cosas, a las personas con problemas de discapacidad las hace posibles», concluyó Gimeno
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10/11/2011