Los míticos Cuadernos Rubio cambian pupitres por farmacias. Niños por mayores. A partir de este miércoles, Día Mundial del Alzheimer, los Cuadernos Rubio para Mayores empezarán a distribuirse de forma progresiva y escalonada en las farmacias españolas, además de sus anteriores puntos de venta, como librerías, papelerías y grandes almacenes. Este material pedagógico está especialmente indicado para personas que se encuentran en las primeras fases de Alzhéimer, y está científicamente comprobado que puede frenar la pérdida de memoria.
Más de 70.000 ejemplares de estos cuadernos se han vendido desde que se pusieran a la venta, hace un año. Según el Presidente de la Fundación, Enrique Rubio, "el crecimiento de la demanda es exponencial, ya que es difícil encontrar un producto similar en el mercado". La acogida del público ha sido excelente, "nos hemos visto obligados a producir, antes de lo previsto, los niveles 2 y 3 de cada área; debido a la gran aceptación que hemos tenido en diversos puntos de España", añade Rubio.
Este nuevo material ha despertado el interés del mundo científico y la Fundación colabora con proyectos realizados en la Facultad de Farmacia del CEU San Pablo de Valencia, y en la Fundación Alzheimer de Murcia. Por otra parte, la Fundación Hospitales Nisa va a trabajar con este material en sus unidades de memoria, al igual que en otras unidades dependientes de la Universidad Católica de Valencia.
Para la publicación, se ha contado con el asesoramiento de Beatriz Pedrosa, trabajadora social y máster en Salud Mental Comunitaria, con más de una década dedicada a la estimulación cognitiva. Pedrosa explica que estos cuadernos se diferencian de otros ya existentes en el mercado porque "están fundamentados en la base práctica, ya que los hemos testado en personas mayores, y su contenido es específicamente para ellas", dice. "Muchas veces, al hacer estimulación cognitiva con pacientes de edad avanzada se utiliza material infantil, y esto no les gusta nada porque les hace sentir que los tratamos como si fueran niños y les estuviéramos poniendo deberes", comenta Pedrosa.
Los cuadernos se han adaptado pues a los lectores adultos, tanto en el lenguaje como en los gráficos y fotografías, que representan entornos fácilmente reconocibles, como el comedor de una casa o una cocina tradicional. El material se divide en siete áreas de conocimiento: lenguaje, memoria, cálculo, escritura, atención y concentración, práxias y gnosias. Tiene tres niveles de dificultad.
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30/10/2011