Especialistas del área resaltan que el grupo poblacional que presenta dislexia está muy olvidado por las políticas y acciones que deberían ser implementadas por autoridades educativas, tanto nacionales como departamentales.
La psicóloga clínica Carla Pérez considera oportuno elaborar y diseñar un programa de fortalecimiento de las funciones cognoscitivas y afectiva-emocionales de los niños con dislexia, para su posterior aplicación, sensibilización y capacitación a padres de familia y educadores.
Dentro de una investigación encabezada por Pérez, especialistas del área resaltan que el grupo poblacional que presenta dislexia está muy olvidado por las políticas y acciones que deberían ser implementadas por autoridades educativas, tanto nacionales como departamentales, teniendo en cuenta que esta dificultad en el aprendizaje se constituye en un gran obstáculo para los niños en edad escolar.
Por ello, afirma que es fundamental elaborar y diseñar tareas específicas con el fin de fortalecer funciones cognitivas y afectiva-emocionales para el aprendizaje, que no sólo beneficie el proceso en los niños con dificultad en esta área sino también permita desarrollar en los educadores y padres de familia la sensibilidad, tolerancia y adecuado desenvolvimiento frente a situaciones en las que los infantes necesiten su apoyo.
En ese sentido, la especialista afirma que el desempeño y futuro rendimiento escolar de estos niños requiere, desde un punto de vista integral, una asistencia continua tanto de los padres de familia y profesores. “La investigación propone y recomienda un programa de tareas específicas que fortalezcan los recursos cognitivos imprescindibles, como también la memoria, atención y recursos afectivo-emocionales indispensables para el aprendizaje”.
El programa sugiere una serie de tareas que permitirán al niño fortalecer sus capacidades y habilidades en el aprendizaje, con el fin de minimizar el impacto negativo en la etapa escolar en general.
“Esta perspectiva realiza su aporte al conocimiento científico en el área de la educación, recomendando la aplicabilidad previa capacitación del Programa de Fortalecimiento de los conceptos básicos, la memoria, la atención y la esfera afectiva-emocional con el fin de contribuir al fortalecimiento de los recursos cognitivos, afectivo-emocionales y comportamentales en el rendimiento de los niños de nuestro país”, resalta la investigación.
MANIFESTACIÓN CLÍNICA
La especialista también explicó que la dislexia es una manifestación clínica en los niños que trata sobre los problemas en el aprendizaje, donde ellos no pueden leer ni escribir de manera adecuada. Cuando un niño tiene dislexia tiende a escribir las letras y números al revés o a omitir alguna letra en la formación de una palabra y ello ocurre también en el habla.
“Esta manifestación clínica llega a repercutir de alguna manera en lo que es el desempeño escolar del niño, afectando en casi todas las materias de la currícula escolar, dependiendo del nivel de daño que existe en el procesamiento verbal de la persona”, indicó Pérez.
Paralelamente, de acuerdo a la variante nutricional, el estudio evidencia que la mayoría nació con un bajo peso y una insuficiente alimentación, factor poco favorable y que sólo la cuarta parte de las madres admite haber tenido una alimentación adecuada.
Al momento del nacimiento, según las referencias de los familiares, la mayoría de las madres tuvo un parto normal, mientras que cerca de la cuarta parte de las mismas refieren haber sufrido un parto complicado y prematuro, sin embargo, la mayoría no necesitó de incubadora, puesto que no hubo necesidad, sólo un porcentaje mínimo de estos niños necesitó de oxígeno, aspecto que podría repercutir en el adecuado desarrollo biofísico y por tanto mental, afectando el desarrollo para un adecuado aprendizaje
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24/10/2011