Los niños del colegio Areteia de Madrid son especiales y necesitan una educación especial. Algunos son hiperactivos y otros tienen déficit de atención, dislexia o síndrome de Asperger. Todos tienen dificultades en el aprendizaje y acuden a este colegio privado del barrio de La Moraleja, donde la enseñanza se personaliza caso por caso
Las clases tienen un máximo de 15 alumnos. Los profesores conocen a cada niño y saben de qué pie cojea. Se adaptan a cada perfil para sacar el mayor rendimiento. Carlota es profesora de 4ª de Primaria y de vez en cuando se agacha para hablar de frente a Óscar que no presta atención. En el grupo de 1ª ESO que más adaptación necesita (niños con más dificultades), la simple instrucción de abrir el libro por la página 122 requiere que la profesora se pasee por todas las mesas.
El éxito no se mide en este centro por las estadísticas universitarias, sino por la realización personal de los exalumnos. Eso no significa que no haya aprobados. Giovanni tiene síndrome de Asperger, una modalidad de autismo, y es ingeniero aeronáutico. Se trata de que "su pequeña obsesión la vuelquen en su trabajo", resume Carmen Castelló, fundadora y directora del centro.
Este método personalizado es para muchos un privilegio. Primero porque las plazas son limitadas (415 en 2011) y después porque no todos los bolsillos se lo pueden permitir. La matrícula cuesta 200 euros al año, a lo que hay que sumar la cuota mensual de 700. Los padres que no pueden llevar a sus hijos al Areteia los tratan en terapia fuera del horario escolar.
A partir de septiembre, tendrán una opción más. El colegio concertado BrotMadrid se abrirá en el distrito de Latina para niños con dificultades.
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10/08/2011