Aunque muy lejos de estar ganada, la guerra contra el alzheimer suma día a día nuevos éxitos gracias a los avances médicos y científicos. El último de ellos ha corrido a cargo de un equipo español perteneciente a la Universidad Complutense de Madrid y se refiere a la detección de la enfermedad por medios no invasivos. Actualmente, el alzheimer solo puede ser diagnosticado postmorten o tras la eliminación de otros tipos de demencias o problemas neurodegenarativos en base a los síntomas que se presentan. El método descubierto ahora por los investigadores españoles permite detectar la enfermedad a través de residuos orgánicos obtenidos de los ojos de los pacientes que se han sometido a una operación de cataratas, un tipo de intervención sencillo que generalmente solo necesita de anestesia local y a la que se someten más de 250.000 españoles cada año.
El psiquiatra y neurólogo estadounidense Lee Goldstein ya anunció en 2005 el descubrimiento de que los enfermos de alzheimer presentan en determinadas partes de su cerebro una alta concentración de un tipo concreto de proteína, y que estas podían observarse en igual cantidad en el cristalino del ojo de los afectados. «La idea es usar esto como una ventana de lo que está sucediendo en el cerebro y detectar la patología antes de que se manifieste», describió entonces de manera gráfica Goldstein, quien consiguió así probar la teoría generalizada de que el proceso que tiene lugar en el cerebro mantiene su reflejo en el ojo.
El equipo español ha conseguido ahora establecer un mecanismo para localizar este tipo de proteínas mediante el simple análisis de los restos de las operaciones de cataratas, un método que ya se está practicando en varios hospitales de la Comunidad de Madrid y que se espera pronto se extienda a otras regiones. La idea es que en un futuro próximo esta prueba, de un coste muy reducido, se haga de forma automática tras pasar por el quirófano para este tipo de intervenciones.
Según explicaba ayer la doctora Celia Sánchez-Ramos, responsable de la investigación, «esta prueba es la primera que puede detectar indicios de la enfermedad de forma no invasiva en personas vivas y sin ningún efecto secundario». La doctora explicó que «a partir de ahora, las operaciones de cataratas no solo servirán para que los ojos sean más transparentes y que las personas de edad puedan ver mejor, sino también para detectar lo antes posible el alzheimer y poder realizar el tratamiento de manera precoz». «No se trata de que mis nietos o biznietos puedan tener este diagnóstico, se trata de que mis padres puedan beneficiarse, o la generación actual, de este método y para ello es preciso estar protegidos y que haya una implicación entre las universidades, las empresas y las administraciones», afirmó Sánchez-Ramos tras dar a conocer este nuevo paso en la lucha de contra una enfermedad que está diagnosticada a cerca de 25 millones de personas en todo el mundo, 450.000 de ellas en España. Este descubrimiento ha supuesto al equipo de Sánchez-Ramos ser nominado como candidato al Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2011
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25/06/2011