Para aquellos que viven sin poder escuchar el mundo exterior, el implante coclear puede suponer una nueva esperanza. Sin embargo, no toda persona que padece de sordera califica para este tipo de implantes. Los implantes se realizan en personas o niños que tienen una sordera extrema y a quienes los audífonos no han beneficiado. Este procedimiento lo llevan a cabo los otoneurólogos, ya que la sordera no necesariamente es debida a un defecto en el oído, sino que tiene un componente neurológico.
Un otoneurólogo realiza una cirugía para instalar los componentes internos del implante coclear que son: la bovina magnética y un conjunto de electrodos. La bovina magnética recibe la señal de la antena y la transmite al conjunto de electrodos, los cuales reciben los impulsos eléctricos del procesador y los envía al nervio auditivo. Este nervio trasmite la señal a la vía auditiva y luego a la región auditiva del cerebro, que es el que analiza la señal como sonido e interpreta la señal como palabras.
El implante coclear tiene componentes externos e internos. Los componentes internos se activan sólo cuando se colocan los externos.
Los componentes externos están compuestos por las baterías, el procesador del habla, el cable y la antena. Las baterías dan la energía para que el implante coclear funcione. El procesador del habla tiene el micrófono, con el cual se captan los sonidos que son llevados al procesador del habla o computadora donde se seleccionan, organizan y transforman en impulsos eléctricos. El cable trasmite la señal del procesador a la antena, que a su vez se conecta con la bovina magnética (componente interno).
UM Ear Institute: Propósito y Labor
“El University of Miami Ear Institute se fundó en 1990 y su intención fue poder curar la sordera eventualmente. Tenemos tres propósitos: uno es poder hacer investigaciones; otro es poder traducir esas investigaciones en algo con lo que las personas se beneficien y el tercero es enseñar esta especialidad a los doctores interesados alrededor del mundo, para que la información pueda expandirse a otros lugares del globo”, dice el Doctor Thomas Balkany, profesor del Miller School of Medicine y director del Ear Institute.
El enfoque principal del Instituto son los implantes cocleares, dispositivos para las personas con una sordera extrema, que no han podido beneficiarse de los audífonos más potentes. “Cuando la persona va ensordeciendo gradualmente, primero utiliza audífonos y cuando ya no le resultan, el problema no radica en los audífonos sino en la persona. En ese momento es cuando acudimos al implante coclear”, afirma Balkany.
Estos implantes pueden hacerse tanto en niños como en adultos. El paciente más joven que ha tenido el Ear Institute tenía cinco meses y el mayor 93 años. Ambos funcionaron muy bien. El Instituto realiza alrededor de 120 implantes al año. Según el doctor Balkany, la cirugía es menos riesgosa que una amigdalatomía y menos dolorosa. Dura como dos horas y las personas se puede ir a la casa la misma tarde de la operación.
“El proceso de oír varía. Los adultos que escuchaban normalmente y perdieron la audición por cualquier razón, pueden volver a oír en un período de varias semanas después del implante. En tres meses su audición será casi normal”, asegura el doctor y añade que los implantes cocleares no son perfectos, porque no otorgan audición normal en un ciento por ciento. “La persona promedio comprenderá un 80 por ciento de lo que oye. Y esa misma persona, antes de la cirugía, entendía sólo el 10 por ciento
http://www.elnuevoherald.com
10/06/2011