El informe de la junta de directores de secundaria sobre las causas del fracaso escolar propone, entre otras cosas, la detección precoz de los trastornos del aprendizaje. Con demasiada frecuencia encontramos alumnos que llegan a la ESO con una dislexia o un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) no detectados. Estos alumnos llevan fracasando desde que en P5 empezaron con la lectoescritura. Muchos de ellos han repetido algún curso, algunos han cambiado de escuela, la mayoría ha pasado por clases de refuerzo y sus informes suelen estar plagados de comentarios del tipo "no se esfuerza".
Sus padres no entienden qué pasa con estos niños, consultan con los maestros, acuden a los equipos psicopedagógicos de las escuelas, los llevan a psicólogos, optometristas, logopedas y, si tienen suerte, darán con un profesional que les dé un diagnóstico fiable. Cuando esto llega, muchas veces han pasado años desde el primer síntoma de alarma.
Sin embargo, la detección precoz no basta. ¿Están las escuelas e institutos dispuestos y, sobre todo, preparados para llevar a cabo las adaptaciones curriculares que la ley dispone para estos niños? Si no lo están, y mucho me temo que la mayoría no lo está, estos niños seguirán fracasando.
http://www.lavanguardia.es
23/05/2011