Hablar sobre sordera o discapacidad auditiva es hacer referencia a un padecimiento común y grave, ya que el número de casos de este padecimiento va en aumento. Esta discapacidad es silenciosa, no se ve, pasando desapercibida por la sociedad y las autoridades médicas.
En la sociedad existe confusión entre disminución o pérdida paulatina de la audición con respecto a sordera. La pérdida de audición es aquella que se ha generado por problemas ambientales, por la edad, por alguna infección crónica en el oído medio, etc. La persona no nace con sordera, sino que, con las situaciones anteriores se puede originar la pérdida. En este caso, las personas pueden utilizar un auxiliar auditivo que les permita escuchar e integrarse a la actividad cotidiana de manera normal.
Por otro lado, la sordera puede originarse por herencia - por al alguna enfermedad durante el embarazo como rubéola, varicela - o por haber ingerido algún medicamento ototóxico durante la gestación. En este caso, la persona no escucha nada y es descartado inmediatamente como candidato para el uso de un auxiliar auditivo. Cabe resaltar, que si uno de los dos padres o ambos sufren alguna discapacidad auditiva, no existe ninguna seguridad que el niño la pueda llegar a padecer; además, la probabilidad de que se tenga sordera es igual en los hombres que en las mujeres.
En México existen más de 1,000 niños con diferentes grados de déficit auditivo y sólo uno de ellos sufre de sordera. El problema radica en que hasta los 3 años de edad es cuando se diagnostica la pérdida auditiva; lo cual hace mucho más difícil que la deficiencia auditiva sea reversible.
Al respecto, la Federación Mexicana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello A.C. (FESORMEX), señala que la clave para disminuir el número de casos de déficit auditivo en niños es su identificación temprana. Por otro lado, dicha Federación comenta que entre más pronto se encuentre el problema, más posibilidades tiene el individuo de integrarse a la comunidad.
Actualmente, la tecnología y herramientas de aprendizaje para sordos permiten que su desarrollo profesional y social sea casi normal. Por un lado, la tecnología ha creado diversas alternativas de auxiliares auditivos que permiten escuchar en ocasiones hasta un 98%.
Las herramientas de aprendizaje pueden ser de dos tipos: por señas y por oralización. Con respecto al lenguaje de señas, comúnmente llamado lenguaje de sordos, se realiza por medio de las manos y sus distintas posiciones, lo cual le permiten dar significado a cada una de estas. La oralización es hablar y usar la voz por medio de la lectura de los labios y el lenguaje expresivo mediante la producción sonora. Es importante señalar que, además de estas alternativas de comunicación, es importante la presencia de un equipo multidisciplinario formado por pediatras, otorrinolaringólogos y especialistas en foniatría para lograr el éxito de cualquier tratamiento.
Existe una gran preocupación en el mundo por integrar a las personas con discapacidad auditiva. Hoy en día existen numerosas instituciones y profesionales especializados en educación para sordos. Por ejemplo, en Estados Unidos se ha creado la primera institución académica universitaria para sordos. En ella, las clases impartidas y la comunicación entre empleados, estudiantes y el profesorado es por medio del lenguaje de señas.
Todas estas acciones reflejan el interés que se tiene por facilitar una buena calidad de vida a las personas con deficiencia auditiva. Cualquier persona que tenga este problema, no debe de ser excluida de la sociedad, ya que ellos no pretenden hacerlo. FESORMEX exhorta a la población mexicana a llevar a cabo una cultura de integración y respeto a personas con discapacidad
auditiva y no excluirlos de la sociedad. Así mismo, ambas instituciones recomiendan tomar medidas de “Prevención y Atención” ante cualquier problema auditivo.
http://www.cronica.com.mx
11/05/2011