Ferrolano de nacimiento, monfortino de adopción y formado como médico en Compostela, el oftalmólogo Julián García Sánchez desarrolló en Madrid una exitosa carrera, en la Complutense y en el hospital universitario San Carlos. Coordina la red estatal de investigación en Patología Ocular del Instituto de Salud Carlos III, que integra a los 14 principales grupos de España; y preside la Comisión Nacional de Oftalmología. En el ciclo de los Martes Clínicos de La Rosaleda habló del glaucoma.
-¿Cómo afecta el glaucoma en la sociedad actual?
-Quien sufre esta enfermedad pierde el campo visual, que se estrecha progresivamente. No se es consciente del problema, porque en un primer momento puede no verse a la persona de al lado, pero si se mueve la cabeza se la ve. Por eso se le llama ceguera silenciosa: cuando uno se da cuenta prácticamente está ciego. En los países desarrollados se sabe que un 50% de los glaucomas están sin diagnosticar, porque no produce sintomatología hasta que se encuentra en fases muy avanzadas, pues el glaucoma se nota cuando está ya próxima la ceguera.
-¿Hay solución médica para este problema de salud?
-Si, tiene tratamiento. En más del 98% de los casos si se coge a tiempo se puede evitar la ceguera, incluso conservar una visión normal. Pero en fase avanzada, la probabilidad de éxito es muy escasa, y muy difícil evitar la ceguera o una gravísima deficiencia visual.
-¿Por qué no se benefician más pacientes del tratamiento?
-Es que el paciente cree que tiene una vista maravillosa, porque lee, ve la televisión y realiza otras actividades con normalidad. Para combatir este mal hace falta información a la población: que sepa que existe, que no da síntomas, y que a partir de los 50 años, al menos cada 2 todas las personas deben hacerse una revisión oftalmológica. Si se descubre a tiempo, tiene un buen pronóstico con los fármacos descubiertos los últimos años o, si fracasan, con tratamiento con láser o quirúrgico.
-¿Es muy frecuente?
-En España, el glaucoma afecta a un 2% de la población general. A partir de los 70 años de edad, al 5%; y a partir de los 80 años, a cerca del 10%. Hay glaucomas congénitos y juveniles, aunque se da más a partir de los 50 años. Se trata de una enfermedad hereditaria, y la causa de ceguera real más preocupante; más que la retinopatía diabética, la degeneración macular que está asociada a la edad, o que las cataratas.
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29/04/2011