Iniciar un proyecto de vida independiente es todo un reto para la mayoría de los jóvenes; si además sufren algún tipo de discapacidad, la empresa es casi imposible. Algunos lo tendrán un poco más fácil gracias a los apartamentos con apoyos técnicos que ayer estrenó la Diputación en Txurdinaga. Gestos aparentemente tan sencillos como abrir una persiana o fregar los platos pueden resultar extremadamente complicados para una persona que se mueve en silla de ruedas. Gracias a la última tecnología domótica, serán capaces de afrontar el día a día sin ayuda de otros. El objetivo es demostrar que, aun teniendo un nivel de dependencia física elevado, estas personas pueden vivir solas si su vivienda dispone de las ayudas necesarias.

Puertas que se abren por control remoto, cocinas regulables en función de la altura que necesita el usuario o electrodomésticos que se activan mediante la voz o el iris son sólo algunas de las prestaciones con las que contarán los inquilinos de estas viviendas. Conscientes de que las capacidades de cada usuario son diferentes, las soluciones que aporta la casa también lo son. Así, la misma puerta puede abrirse manualmente, pulsando un interruptor o mediante un mando a distancia.

Las 32 viviendas estarán gestionadas por la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física (FEKOOR), que también ha colaborado en su diseño y equipación. El bloque se levanta en el espacio que dejó una de las torres de la antigua residencia de Txurdinaga y tiene una superficie de 2.400 metros cuadrados. Tras dos años de trabajo y una inversión de 6,3 millones, los apartamentos están ya listos para entrar a vivir.

«Nadie va a hacer negocio»

En los próximos meses se completará un complejo asistencial anexo que incluye una residencia sociosanitaria para personas mayores y un centro de día para personas con daño cerebral adquirido. La residencia contará con cien plazas reservadas a quienes necesitan cuidados especializados al final de su vida, están en recuperación de un proceso agudo, padecen enfermedades infecto-contagiosas o sufren trastornos de conducta que puedan distorsionar la actividad de un centro convencional. En los bajos, 50 personas con algún tipo de daño cerebral adquirido podrán seguir mejorando sus capacidades después de recibir el alta médica. En estos dos nuevos recursos, que se estrenarán en pocos meses a falta de equipar las instalaciones, se han invertido otros 11 millones de euros.

El diputado general y el alcalde de Bilbao visitaron ayer las instalaciones de la mano del diputado de Acción Social y de los responsables de Fekoor. A su llegada fueron recibidos por representantes sindicales de LAB, que al grito de «privatización no», «no falta dinero, sobran ladrones» o «más sustituciones, menos celebraciones» trataron de reventar la inauguración. José Luis Bilbao respondió que «no se trata de ninguna privatización. Aquí nadie va a hacer negocio, ni Fekoor reparte dividendos», precisó.

Por su parte, el titular de Acción Social, Juan Mari Aburto, quiso dejar claro que el nuevo equipamiento «no es una residencia» y que quienes vivan en él «serán ayudados en lo que necesiten, pero serán ellos los que decidan qué hacer o cómo organizar su ocio».

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28/04/2011