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Expertos recomiendan ejercicios de relajación y circulación antes de iniciar el entrenamiento profesional diario
Los músicos, esos seres que llevan alegría y cultura al resto de la humanidad, pueden ser afectados por enfermedades
profesionales debido a la larga práctica con instrumentos, y los tratamientos que estas requieren, son diferentes a las de otras personas que padezcan los mismos males, según un estudio médico realizado en Cuba.
"En ningún momento debemos inferir, ante estas realidades, que la práctica de instrumentos musicales significa enfermedad. Sólo que en los músicos, al igual que en otras profesiones, existen factores de riesgo que es importante conocer", indican los médicos María del Campo y Marcelino Feal, autores de la
investigación.
En un resumen de su estudio, publicado en la edición digital de la revista trimestral Avances Médicos en Cuba, los galenos se adentran en los males más frecuentes de los músicos cubanos, entre ellos los trompetistas, percusionistas, y violinistas.
Los intrumentistas de viento, particularmente los trompetistas, son proclives a la cardiomegalia (aumento de volumen de las cavidades cardíacas) por el esfuerzo que realizan, pero este mal puede acentuarse debido al estrés y la ansiedad que acompañan al músico durante su carrera.
En los trompetistas también se ha detectado pérdida de audición,
disminución del campo visual, aumento de la tensión intraocular, cambios glaucomatosos "que sin un control adecuado puede conducir a la pérdida de la visión", indican los autores.
"Las dermatitis de contacto en los músicos pueden ser observadas en el cuello, la barbilla, por el contacto de estas zonas con el violín y la viola; en la boca, ocasionada por la boquilla de los instrumentos de viento, o en la parte posterior del cuello, debido al roce del fajín o correa de la trompeta, el saxofón, la guitarra eléctrica, y en los dedos de las manos por el acero de
las cuerdas", añaden.
En Cuba, donde los intrumentos de percusión de origen africano (tumbadora, tambores batá) están presentes en casi todo tipo de agrupación, surgió el pasado año el término médico "mano de percusionista" para describir lesiones en las palmas de manos (heridas, hematomas, callosidades) provocadas por los aros
metálicos de esos instrumentos.
"Un tema interesante lo constituye la presencia de sangre en la orina de los percusionistas dedicados al estilo afrocubano" debido a escasa ingestión de líquido, exceso de trabajo y técnica incorrecta.
Los autores del estudio recomiendan a los músicos ejercicios de relajación y otros que estimulen la circulación antes de iniciar el entrenamiento profesional diario.
Para evitar la hematuria (sangre en la orina), los profesionales deben rotar las actuaciones, disminuir el número de horas en la actividad, ingerir abundante líquído y no retener los deseos de orinar.
Las lesiones en la piel y dermatistis por contacto "son de díficil tratamiento, ya que el roce con el instrumento no puede eliminarse", señalan los médicos, pero recomiendan limpieza de las boquillas con soluciones antisépeticas y limpiar la madera sobre la que se presiona en los casos del violin y a viola.
Para los percusionistas con lesiones en las manos, no debe emplearse lociones secantes ni cremas que contengan gliserina, pero sí deben aplicarse cremas de almedra, vaselina y manteca de cacao, indican.
26/12/2003