Los niños con inteligencia media, trastornos de lenguaje, déficit de atención y bajos promedios que asisten a escuelas regulares, pero que requieren educación especial, podrían aprender a leer más rápido, mediante una serie de actividades pedagógicas.

Un grupo de lingüistas, pedagogos y especialistas en problemas de lenguaje, coordinados por la investigadora del Departamento de Estudios en Educación, Judith Zuro, realizó una prueba pedagógica, cuyas dinámicas aceleraron el proceso de lectura en los niños con deficiencias mentales.

Sin embargo, los beneficios de esta prueba no se extienden a menores con insuficiencias mentales profundas, deficiencias de lenguaje o comunicación, disfasias o trastornos neuromotores, ni a los infantes con un grado de inteligencia alto, señaló Judith Zuro en un comunicado de la Universidad de Guadalajara.

"Consideramos que la lectura es parte de un proceso cognoscitivo amplio, el cual inicia con el lenguaje, por lo que decidimos establecer como característica principal de esta propuesta, una base lingüística de desarrollo", dijo la investigadora.

"Iniciamos con la lectura de un cuento, en un ambiente y forma agradables para los niños, a fin de que mostraran interés en esta actividad. Les decíamos quién escribió el relato, cómo y por qué, y después efectuábamos un análisis del vocabulario", explicó.

Añadió que conforme pasó el tiempo, "incluimos biografías para niños, así como poemas. La idea era que conocieran desde una sencilla estructura de cuento, hasta una más compleja, como la narrativa o la fábula".

Para realizar esta prueba, los especialistas estudiaron dos grupos: uno que integraba a niños con destrezas intelectuales, desde altas hasta deficientes, a fin de tener un rango amplio de comparación, y otro con pequeños que asisten a la escuela de forma ordinaria.

Los resultados de esta propuesta de aprendizaje, aplicada durante siete meses, beneficiaron a los pequeños del primer conjunto, pues tuvieron un aprendizaje más rápido, en comparación con los otros, además de que identificaron a la lectura como una actividad motivadora y placentera.

Fuente: El Universal

3/11/2003