Las personas con discapacidades auditivas compensan esta anomalía con la reprogramación a nivel cerebral de otro sentido, por ejemplo la visión periférica, demuestran investigadores en un reciente estudio.
Hasta ahora, la comunidad científica desconocía cómo se llevaba a cabo esta respuesta del cerebro, sin embargo, el nuevo trabajo comprueba cómo una mejora en la visión periférica, común en las personas sordas, se logra en la zona cerebral que transmite información del oído.
El cerebro es un órgano eficiente y aprovecha todo su potencial, explicó Stephen Lomber, autor principal de la investigación.
Ese órgano rector de señales equilibra el sentido perdido con mejoras en otras áreas que son beneficiosas, dijo.
El equipo liderado por Lomber en sus ensayos reunió un grupo de gatos con sordera congénita para probar qué partes del cerebro se ocupaban de esta compensación. Los animales fueron sometidos a pruebas en las que se destellaban luces en la periferia de su visión normal.
Para Joanna Robinson, investigadora del Real Instituto Nacional para Personas con Sordera (RNID) del Reino Unido, el trabajo apoya estudios anteriores que demuestran cómo pacientes con sordera congénita tienen un campo visual más grande en comparación con los sanos.
Sin embargo, para los científicos, existen algunas interrogantes tras los resultados de este estudio. Si el cerebro se reprograma a sí mismo para compensar la sordera, ¿qué ocurre cuando se restaura el oído?
También se preguntan si podrá la parte auditiva del cerebro hacer el cambio para equilibrar y procesar la información visual.
Necesitamos continuar con otros estudios, sugieren en su artículo publicado en la más reciente versión de la revista especializada Nature Neuroscience.
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12/11/2010