Los procesos infecciosos suelen originarse por diversas causas tales como cuadros gripales mal cuidados o no resueltos, uso de isopos para "limpieza" de los oídos, indicaron los especialistas.
Señalaron que incluso el hecho de alimentar a los bebés en posición acostada, contribuye a que se presente un reflujo de líquido que va de la garganta al oído, trasmitiéndole bacterias e infección.
En mujeres embarazadas, pueden presentarse durante el periodo de gestación algunos procesos infecciosos como varicela, viruela, herpes o parotiditis (paperas) que puede ocasionar hipoacusia congénita en el niño, expusieron.
En algunos casos, el paciente llega a recibir atención médica cuando su deficiencia auditiva ha progresado, debido a que la persona suele desestimar la salida de material purulento del oído, indicativo clásico de un proceso infeccioso.
Manifestaron que el uso de isopos o cotonetes contribuye a generar un tapón de cerumen, por el desprendimiento de fibras de algodón que se acumulan en el oído, y en casos extremos al desgarre de la membrana timpánica, lo que puede implicar una intervención quirúrgica para corregir el daño provocado.
Los especialistas del IMSS advirtieron que en cada proceso infeccioso que sufre el paciente se producen pérdidas auditivas en ciertos grados.
A la par de mantener adecuadas medidas higiénicas, los expertos señalan que no se debe recurrir a la automedicación los procesos infecciosos, ya que algunos medicamentos de tipo antibiótico, puede provocar sordera incluso irreversible y de tipo bilateral.
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13/10/2010