El sistema educativo en su conjunto, brinda una serie de alternativas que han ido beneficiando en los últimos cinco años, la incorporación de niños con necesidades especiales a la escuela regular

Ciudad Guayana.-En la actualidad, existe un importante número de niños con dificultades para el aprendizaje y condiciones especiales que habitan en Venezuela, que gracias a diversas luchas dirigidas desde todos los sectores, se ha logrado la puesta en marcha de proyectos y leyes que contribuyen con su integración a la sociedad, siendo su educación, el paso más importante para alcanzar esta meta.

Neiffer Guzmán, coordinadora de Educación Especial en el Municipio Escolar 001 Caroní explica que para la integración de estos infantes al sistema educativo regular, “primero existió la Resolución 2005, donde reza que todo niño con necesidades educativas especiales puede ser incorporado al campo de educación regular”, viéndose reforzada en el 2007 con la Ley para Personas con Discapacidad, la cual da mayor apertura también en lo social y laboral.

A través del departamento que dirige, Guzmán afirma que los niños que tienen algún compromiso cognitivo, mencionando entre los más comunes el retardo mental, autismo, déficit auditivo o visual, y que hacen vida en instituciones de educación especial, previamente son evaluados en diversos centros, y es allí donde, dependiendo de su rendimiento “se ve la posibilidad de que sean incorporados al sistema educativo regular”.

En ese orden de ideas, agrega que en muchas ocasiones ha ocurrido que algunos padres no conocen que sus hijos tienen estas necesidades, e incluso los inscriben en una escuela normal, y con el paso del tiempo se van dando cuenta de que existe un problema, y es justo en ese momento en que empiezan a indagar. “Cuando ya existe un diagnóstico, los representantes son los que deciden egresarlo a una institución especial, sin embargo, nosotros desde la coordinación, tenemos que tratar de hacer todo lo posible para que esos niños permanezcan en sus escuelas, a través de las adaptaciones curriculares que deben tener” las mismas.

En el caso de los niños autistas, resalta que en el caso del Municipio Caroní, varios ya están incorporados, gracias a que a los docentes se le dan las herramientas para que estos infantes aprendan, de acuerdo a su condición, tomando en cuenta que estos captan mayormente a través de la parte visual. “Nuestro equipo de integración, va de colegio en colegio dando estas pautas a fin de que se puedan hacer las respectivas adaptaciones en todos los niveles: preescolar, básica, bachillerato, universitario y laboral”.

En la entidad guayanesa existen tres institutos de educación especial: I.E.E Puerto Ordaz, Simón Bolívar y Luisa Cáceres de Arismendi. Además está el Taller Laboral Caroní, que atiende a jóvenes con retardo; el Centro de Desarrollo Infantil Caroní, Unidad de Educación Especial de Deficientes Auditivos Manuel Piar, Centro de Atención para Invidentes Caroní, Unidad Psicoeducativa Ciudad Piar, además de 96 aulas integradas, las cuales son atendidas por 147 docentes.

Guzmán asegura que en la municipalidad se maneja una estadística de 2.700 niños con dificultades del aprendizaje (específicamente a nivel de lectura, escritura y cálculo), incorporados en estas aulas integradas, y 85 con autismo.

Para el próximo año escolar -señala- estará funcionado el Centro de Atención Integral para Niños Autistas Caroní, en la Urbanización La Llovizna, Avenida Rubén Darío, antigua sede de la Fundación del Niño, donde “unos tendrán una atención periódica y otros serán transeúntes”; también se están haciendo las gestiones para crear la parte de fisioterapia en las mismas instalaciones, donde la atención será completamente gratuita.



Experiencia desde aula



Mirta Figari, directora del Colegio Privado La Divina Providencia destaca que previa a la Resolución 2005, ya esta casa de estudios venía integrando a niños y jóvenes con dificultades especiales desde 1994. “Hoy en día contamos con 31 alumnos integrados de educación especial, es decir el 10% de nuestra matrícula”, explica asegurando que tanto los institutos educativos oficiales y privados, deben garantizar la prosecución y la culminación de educandos con necesidades especiales.

En el plantel, estos alumnos reciben la atención de psicopedagogos, cinco pasantes de educación especial de la Misión Sucre, cinco tutores, y dos orientadoras. “Los niños regulares aprenden a ser más tolerantes y sensibles hacia las personas que tienen estas condiciones, en un ambiente democrático y pluralista”.

Figari sostiene que en La Divina Providencia hay estudiantes con autismo con alto nivel de funcionamiento, retardo mental leve, limítrofe, con dificultades del aprendizaje, dislexia, déficit de atención e hiperactivos, cuyo proceso de integración funciona de la siguiente forma, el alumno es remitido por el docente al servicio de psicopedagogía, se realiza una evaluación psicológica, psicopedagógica y neurológica, “luego de tener un diagnóstico, se hacen las adecuaciones curriculares respectivas, que no son más que la modificación de los formatos y materiales de instrucción, de manera que se atiendan las características individuales de cada alumno, facilitándose el logro de las competencias en el aula regular”, el fin es brindar un servicio similar al de las escuelas oficiales.

Los estudiantes una vez integrados, son llevados a sesiones semanales al servicio de psicopedagogía, donde se les refuerza lo enseñado en clases. Este centro educativo es supervisado mensualmente por el equipo de Integración Caroní, adscrito a la Dirección de Educación Especial de la Zona Educativa del estado Bolívar, ente que analiza si el proceso se está llevando a cabo de forma adecuada.

Se hacen las mismas actividades y competencias de los niños regulares, con las adaptaciones correspondientes. Como dato importante, destaca que el alumno que tiene el mayor índice académico en la institución es un autista de alto nivel de funcionamiento con 19.63 puntos; varios de los estudiantes con estas necesidades educativas especiales que lograron graduarse en esta institución, actualmente están cursando estudios universitarios con excelentes calificaciones.



Iniciativa para la formación



La Fundación Vida y Camino del Autista en Guayana (Fundavica), es una institución sin fines de lucro, que desde hace algunos años viene trabajando con niños de edades comprendidas entre los tres hasta los 14 años que tienen esta condición especial. Su presidenta, Carmen Elena Sánchez, indica que “nosotros, bajo la supervisión de una licenciada en Educación Especial, hacemos trabajos individualizados a estos pequeños, porque cada uno presenta una necesidad diferente”.

Al respecto destaca que el autismo es un trastorno multifactorial del desarrollo, por lo que en Fundavica, se encargan de trabajar en la nivelación de todas las áreas que conforman el desarrollo de estos infantes, específicamente las que están en déficit, ello con el objetivo de brindarles la oportunidad de integrarse a la comunidad, y más importante aún, en la escuela regular.

Para lograr este fin, también cuenta con especialistas en dificultades del aprendizaje y retardo mental, además tienen el apoyo de un psicólogo y un experto en manejo conductual, quienes constantemente monitorean y evalúan el trabajo que se está realizando. “Las terapias se dan todos los días, incluso tenemos niños que ya están integrados en las escuelas regulares de educación inicial, y vienen en las tardes a sus sesiones con nosotros”.

En Fundavica, los padres pueden participar en talleres y charlas, además de entrar a las terapias en la medida en que sus hijos se van adecuando. “Los niños comienzan en un programa básico para prestar atención, donde empiezan a mantenerse sentados, y después que pasamos esto, los padres pueden pasar a observar por una hora cómo se trabaja, qué comandos se utilizan, e intercambiar opiniones para que la información la generalicen y apliquen en la casa, ya que la idea es que el niño no pierda su terapia”.

Sánchez agrega que la adaptación depende de cada niño, puesto que algunos lo logran en días, un mes, hasta en 24 horas. El infante “cambia a medida en que van creciendo, pues hay un desarrollo madurativo, y se van adaptando perfectamente al colegio y otras actividades extracurriculares”.

Por su parte, Jesús Ferrer, profesor universitario y representante de un niño que está desde hace tres años en la fundación, acota que la experiencia que ha tenido en Fudavica ha sido bastante satisfactoria porque “mi hijo de cinco años de edad, con un autismo severo, diagnosticado por un psicólogo de prestigio, en la actualidad está catalogado con un autismo leve de alto funcionamiento”, de hecho su hijo canta, se integra con otros infantes y su nivel académico está acorde con su edad. Las terapias que ha recibido en la fundación lo han mejorado notablemente, “he quedado asombrado con el avance”.

Desde su experiencia, Ferrer aconseja a otros padres que se encuentren en esta situación, “buscar ayuda profesional, no pierdan tiempo, pues mientras más temprano se haga el diagnóstico, es mucho mejor”.



Instituciones



En el Municipio Caroní existen tres institutos de educación especial: I.E.E Puerto Ordaz, Simón Bolívar y Luisa Cáceres de Arismendi. Además está el Taller Laboral Caroní, que atiende a jóvenes con retardo; el Centro de Desarrollo Infantil Caroní, Unidad de Educación Especial de Deficientes Auditivos Manuel Piar, Centro de Atención para Invidentes Caroní, Unidad Psicoeducativa Ciudad Piar, además de 96 aulas integradas, las cuales son atendidas por 147 docentes.

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30/09/2010