A Mercedes y a Jesús les llevó varios años encontrar «una medicina» que les ayudara a llevar con buen tino el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) que padece su hijo de 16 años. Tras el paso por diversos especialistas sin demasiados resultados, las relaciones familiares comenzaron a resentirse, y el conflicto a punto estuvo de cobrarse hasta la propia estabilidad matrimonial.

Los cuadros de tristeza de su hijo Jesús se sucedían a los momentos de ira, pero siempre bajo un denominador común: un gran encierro en sí mismo. «La gente cuando tiene hambre sabe que está Cáritas, pero cuando tienes un problema como éste no sabes a dónde recurrir», asegura Mercedes. Un Centro de Orientación Familiar (COF) de Aranjuez, fue el responsable de que este matrimonio volviera a encontrar la paz familiar.

Una solución para todos

Algunas técnicas, mucha terapia familiar y unas grandes dosis de cariño y de paciencia volvieron a poner a pie de pista a este matrimonio frente a la nada sencilla realidad de su hijo.

Y todo ello gracias a los COF, una iniciativa de la Iglesia que trata de dar respuesta a los múltiples conflictos que surgen en la vida familiar. En ellos, trabajan como voluntarios psicólogos, orientadores familiares, psicopedagogos y trabajadores sociales con el objetivo de ofrecer apoyo y formación a las familias en dificultades, con independencia de su religión o sus creencias. Casi todas las diócesis de España cuentan con uno y la mayoría de las veces funcionan en las mismas parroquias o en los espacios que ceden las congregaciones.

Según la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad, el 5 por ciento de la población infantil-juvenil padece este trastorno, cuyos síntomas suelen manifestarse antes de los siete años. Se trata de niños con una gran dificultad para prestar atención y concentrarse, presentan un nivel superior de actividad dada su edad y

son muy impulsivos, además de dependientes emocionalmente. Unos comportamientos que los grupos interdisciplinares saben cómo paliar. Algunos ofrecen consejos para saber cómo tratar a los de niños que padecen esta alteración:

E Informarse sobre el trastorno. La Federación Española de Asociaciones de Ayuda al TDAH recuerda que cuanto más sepa sobre esta patología, mejor podrá ayudar al paciente. Hable con su pediatra y, si es su hijo, también con su profesor.

E Sistema de premios y castigos. Establezca un sistema de premios y castigos en función de reglas claras. Para llevar a buen puerto esta medida es primordial asegurarse de que el niño comprende bien las reglas e incluso si es necesario escríbalas y póngalas en un sitio visible.

E Fijar rutinas. Cree rutinas para que su hijo pueda organizar mejor sus actividades y no distraerse. Para ello, esta asociación recomienda elaborar un horario con las actividades cotidianas y evitar los cambios.

E Reforzar de forma clara conductas incompatibles con comportamientos hiperactivos, recomienda el psicólogo Rafael Pérez Muñoz, uno de los voluntarios del COF de Aranjuez. Este experto también aconseja ayudar al niño a que preste atención a los estímulos que en cada actividad sean más importantes.

E Darle responsabilidades en las tareas que tiene que realizar y sobretodo amarle, que no es otra cosa que querer su bien y darle lo que le conviene, no lo que le gusta ni lo que para ellos es lo más fácil, señala Pérez Muñoz.

Y todo ello a través de la familia y los especialistas, pilares básicos para afrontar este complejo transtorno.

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28/08/2010