La psicóloga y logopeda inglesa Gina Conti-Ramsden ha pedido hoy que se tome conciencia social y política de los transtornos específicos del lenguaje y ha sugerido que haya evaluaciones, a la manera de las que ya funcionan en Inglaterra, del nivel de lenguaje oral con el que llegan los niños a la escuela.
Conti-Ramsden, profesora de Aprendizaje y Lenguaje Infantil de la Universidad de Manchester, ha pronunciado hoy en Valladolid la conferencia inaugural del XXVII Congreso Internacional de la Asociación Española de Logopedia, Foniatría y Audiología.
En entrevista con la Agencia EFE, Conti-Ramsden ha defendido el aprendizaje del lenguaje oral como esencial para adquirir otras capacidades, desarrollarse social y emocionalmente y poder avanzar a la lectoesctitura.
"El lenguaje es el aspecto esencial del ser humano" y no hay nada a lo largo del día que no lleve aparejado el lenguaje, por lo que un transtorno en esta capacidad afecta a la vida del niño, a su adolescencia, a la relación con sus amistades, el mundo de las emociones, los sentimientos, sutilezas, o el humor, ha reflexionado la experta.
Es posible que un niño con transtornos específicos del lenguaje tenga una cierta "marginación" en su adolescencia y "dificultades sociales severas que pueden llevar incluso en algunos casos a la delincuencia", ha referido Conti-Ramsden.
Por ello, ha defendido la importancia de entender desde la niñez cómo se desarrolla el lenguaje oral y apoyarlo multidisciplinarmente, desde la familia, a la escuela, el médico, ya que se trata de "un problema complejo" que afecta a otras "capacidades de aprendizaje, a cómo estructura el mundo, el pensamiento, a cómo se aprende".
En general, a juicio de la psicóloga y pedagoga, "no hay una percepción social" de que esto sea un problema, ya que "no es algo obvio o físico", y se conocen más otras dificultades como el autismo.
Ha invitado a tomar conciencia social y política de este problema que puede conducir a que una vez que el niño llega a la escuela se le vea como tímido, ocioso y a que no empiece a rendir "bien en otras materias".
Desde hace dos años se hace en Inglaterra un estudio para evaluar la base de lenguaje oral con la que llegan los niños a la escuela, que a su juicio debería hacerse en toda Europa.
"Sin lenguaje oral poca lectoescritura puede haber", ha planteado Conti-Ramsden, quien ha explicado que la mitad de los niños disléxicos tienen dificultades con el lenguaje oral y ha sostenido que un niño como problemas de lenguaje los tendrá también en la lectoescritura.
A su juicio, "no siempre es lo más indicado esperar a que el niño hable", y si un pequeño de dos años no dice ninguna palabra "habrá que preocuparse y hacer al menos una consulta", lo mismo que si antes de esa edad "no entiende lo que se le dice".
Este tipo de transtornos tienen parte de "componente genético", por lo que también "habrá que preocuparse" si existen antecedentes familiares, para prevenir y no esperar a que el problema se agrave.
Un transtorno del lenguaje "no significa que haya una discapacidad en el aprendizaje", aunque las deficiencias en el lenguaje oral "pueden confundirse con esos problemas de aprendizaje", de ahí la importancia de "evaluar" el nivel de los más pequeños, ha resumido.
Los retos auditivos, del habla, la voz, en general de los transtornos específicos del lenguaje son objeto de debate desde hoy por los 300 especialistas que participan en el citado congreso, que se desarrolla en la Facultad de Medicina de Valladolid, pionera en España en impartir estudios de Logopedia.
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28/08/2010