Mike May, de California, quedó invidente hace cuatro décadas a la edad de tres años, cuando como consecuencia de un accidente perdió un ojo y se lesionó el otro.
La intervención quirúrgica practicada a May consistió en el reemplazo del tejido dañado de la córnea de su ojo derecho por células madre adultas obtenidas de la región del limbus, un aro alrededor de la córnea.
La córnea constituye la capa más externa del globo ocular que cubre el iris y la pupila. El limbus es el área que conecta la córnea y el blanco del ojo o esclera.
Menos confiado
Durante los 40 años de ceguera, Mike May podía percibir alguna luz pero no reconocía formas o contrastes.
Cinco meses después de que se le practicara la operación, era capaz de detectar movimientos casi normalmente, y de ver formas y colores, según la revista Nature Neuroscience, que publica los resultados de la intervención quirúrgica.
Dos años después, podía ver formas, colores y movimiento casi normalmente.
A pesar del éxito médico, May no se siente del todo cómodo con su nueva condición de vidente.
Antes de la operación, May era un aficionado del esquí, que practicaba siguiendo instrucciones verbales.
Ahora, sin embargo, tiene el temor de padecer un accidente durante la práctica de ese deporte.
Igualmente May se siente ahora menos confiado cuando cruza una calle.
Fuente:IBLNEWS
8/08/2003