Que un niño se despierte ronco un día sí y otro también puede ser síntoma de una patología más grave relacionada con la voz, como una laringitis crónica. Éste, advierten foniatras como Joseba Gorospe o Ana Martínez Arellano, es un ejemplo extremo de un problema, el de las patologías relacionadas con la voz, que, con menor gravedad, afecta a entre un 6 y un 9% de los menores en edad escolar.

Así lo explicaron ante los medios de comunicación con motivo de la celebración en Pamplona del XVI Congreso Nacional de la Sociedad Médica Española de Foniatría. "Resulta alarmante que cada vez sean más los padres que acudan a nuestras consultas con sus hijos", señaló Gorospe, presidente de Somef. A estas afonías, añadieron, hay que sumar también un porcentaje de entre un 3 y un 5% de niños afectados en trastornos del habla. Son casos de disfemia o tartamudez, o dislalia o dificultad para pronunciar algunos sonidos. Además, matizó Martínez Arellano, presidenta del comité organizador del Congreso y médico foniatra con consulta privada en Navarra, "éstos son trastornos que marcan la relación del niño con su entorno y cuya resolución puede, en muchos casos, solventar otros problemas más evidentes relacionados con el carácter, como la timidez".

No es sólo cuestión de los más pequeños. María Bielsa, secretaria de Somef, elevó hasta el 8,5% el porcentaje de población europea afectada por algún trastorno de la comunicación y, en edades más avanzadas, esta cifra asciende a más del 12%. Ya en el caso de las deficiencias auditivas, indicó que hasta el 70% de las personas mayores de 70 años pueden verse afectadas. "Y, claro, con la esperanza de vida tan alta, es muy probable que la incidencia vaya a más entre las personas mayores", dijo.

En general, Gorospe advirtió que a pesar de estos elevados índices, en España sólo se atiende el 3% de la patología foniátrica. que incluye también problemas de audición, habilidades lingüísticas y otros trastornos relacionados por ejemplo con la deglución (acto de tragar). "El resto de los casos queda sin diagnóstico y la padece el individuo, asumiéndola como parte de las dificultades con las que debe convivir".

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2/08/2010