La nueva visión de la discapacidad como una construcción social determinada por la interacción entre el entorno y la persona plantea desafíos inéditos a la bioética, que obliga a cuestionar muchas prácticas médicas como las eugenésicas.

Así se ha pronunciado el presidente del Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), Luis Cayo Pérez Bueno, en la apertura de X Jornada de la Asociación de Bioética de la Comunidad de Madrid, celebrada en el Hospital Materno-Infantil Gregorio Marañón de Madrid y cuyo tema central ha sido el de la relaciones entre discapacidad y eugenesia.

Para el Cermi, la nueva visión filosófica, ética y jurídica sobre la discapacidad proyecta sus efectos necesariamente sobre las regulaciones y las prácticas eugenésicas, evidenciando que la mayor parte de ellas entran claramente en colisión con los derechos de las personas con discapacidad.

Asuntos como el diagnóstico prenatal, el aborto eugenésico, las técnicas de reproducción asistida, la investigación biomédica o la obtención de consentimiento informado, por citar solo algunas, deben repensarse exhaustivamente a la luz de la visión de derechos humanos y discapacidad, y acomodarse a ella.

Según Pérez Bueno, los sistemas sanitarios y la praxis médicas no pueden seguir aceptando actuaciones que han venido produciéndose durante décadas y que partían de la consideración de la discapacidad como un elemento que rebajaba el valor de la persona, y por lo tanto autorizaba tratos desiguales, discriminaciones y exclusiones.

La Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España, despliega sus efectos también en el ámbito de la bioética y forzará a cambiar leyes y comportamientos.

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15/06/2010