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Cada 6 minutos se produce un ictus en España y cada 15 tiene lugar una muerte por esta patología, siendo más mortal e incapacitante en las mujeres, según señalaron expertos reunidos las 'III Jornadas Nacionales de ICTUS en Atención Primaria', organizadas la pasada semana en Murcia por el Grupo de Ictus de SEMERGEN.
Además, advirtieron de que las previsiones de población sitúan a España a la cabeza del envejecimiento de la población de aquí a 2050 por lo que la incidencia y prevalencia del ictus irá progresivamente en aumento. En estos momentos, esta enfermedad afecta cada año a entre 120.000 y 130.000 personas, y los datos epidemiológicos demuestran que cada vez aparece en personas más jóvenes, incluso de 35 y 40 años. De hecho, en España entre 10.000 y 15.000 menores de 55 años han sufrido un ictus.
Por otra parte, actualmente es la primera causa de discapacidad permanente en la edad adulta, debido a las secuelas que deja en los afectados, que les limitan en sus actividades de la vida diaria. De hecho, actualmente más de 300.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional tras haber sufrido un ictus.
Con estas cifras encima de la mesa y las previsiones de envejecimiento en España, el presidente del Comité Organizador de las Jornadas, el doctor Eduardo Carrasco Carrasco, recuerda que una de las herramientas para atajar esta situación son "las medidas de prevención primaria y secundaria, la necesidad de la actuación neurológica urgente en Unidades de Ictus, la aplicación de los medios diagnósticos y terapéuticos más eficaces y la articulación de programas de rehabilitación y reinserción eficaces".
Respecto al tratamiento, durante mucho tiempo la atención al paciente con ictus, según recuerda Carrasco, "se limitaba a ofrecerle unos cuidados básicos, esperando a la evolución natural del cuadro en la fase aguda; sin embargo, a finales de los años 90 la situación ha experimentado un cambio importante, al demostrarse que los pacientes pueden beneficiarse en el pronóstico si les ofrece la posibilidad de recibir tratamiento fibrinolítico y son atendidos en las primeras 48 horas iniciales en Unidades de Ictus".
Una vez tiene lugar la enfermedad, los expertos subrayan que la rehabilitación precoz y sostenida en el tiempo sigue siendo una de las tareas en las que hay que insistir para la mejora de la calidad de vida de los afectados.
En cuanto a las medidas de prevención a tener en cuenta, el control de la hipertensión arterial es una de las más sencillas y efectivas. "Se ha demostrado que cuanto más bajas son las cifras tensionales menor es el riesgo de sufrir un evento cerebrovascular", afirma el vicepresidente del Comité Organizador de este encuentro científico, el doctor Armando Santo González.
"Si para alcanzar este objetivo hay que actuar intensamente insistiendo en medidas higiénico dietéticas, aplicando tratamientos farmacológicos con dos o más fármacos, aumentando el número de contactos para el control y seguimiento, no lo debemos dudar; el beneficio siempre es mayor que el esfuerzo a realizar", insiste.
La diversidad de factores de riesgo así como de las alteraciones que produce el ictus hace que su atención requiera un carácter multidisciplinar. Por ello, en estas III Jornadas Nacionales han participado expertos ponentes no sólo de Atención Primaria sino también de Medicina Interna, Neurología, Psiquiatría, Hematología, Cardiología o Medicina de Urgencias.
LAS MUJERES, MÁS AFECTADAS
Los ictus son más graves en la mujer y las consecuencias peores porque suelen darse en edades más avanzadas y suelen ser episodios de mayor gravedad, con más complicaciones médicas y mayores secuelas. Los expertos señalan que además los efectos invalidantes también son diferenciales y en la mujer se dan con más frecuencia la afasia, la disfagia y las alteraciones visuales.
Las diferencias en el ictus entre el hombre y en la mujer están, en parte, motivadas "porque se reconocen factores de riesgo y enfermedades específicas que pueden producir ictus en la mujer como por ejemplo el embarazo, el postparto o la menopausia", asegura la doctora Ana Morales Ortiz, coordinadora de la Unidad de Ictus del Hospital Virgen de La Arrixaca, de Murcia.
En esta línea, Carrasco subraya que "en la mujer son más frecuentes las enfermedades cardioembólicas, como la fibrilación auricular, mucho más letales en el desarrollo de accidentes vasculares en el cerebro al producir ictus más extensos, frente al predominio de factores más ateroscleróticos en los hombres; además, otro factor de riesgo, la HTA es más frecuente en la población femenina".
http://www.adn.es
2/06/2010