El equipo de Carla Shatz, de la Universidad de Harvard, en Boston, ha localizado una estructura clave en el desarrollo del cerebro que ayuda a la formación de los circuitos visuales. Las conclusiones del trabajo, que se publica en el último número de Science, podrían proporcionar un nuevo enfoque médico de los defectos cerebrales relacionados con condiciones como la parálisis cerebral y las discapacidades del aprendizaje.
Durante el desarrollo, las células nerviosas del ojo envían mensajes al tálamo, una región ubicada en el cerebro. El tálamo transmite estos mensajes a una región de la corteza cerebral que tiene relación con la vista. La conexión entre el tálamo y la corteza inicialmente pasa a través de una estructura transitoria y apenas estudiada, llamada subplaca.
Eliminando partes de la citada región cerebral en gatos, los investigadores han comprobado que esta estructura es un componente clave al reforzar el tálamo en la conexión con la corteza y ubicar patrones corticales de redes neuronales importantes para la visión.
Según los especialistas, las neuronas de la subplaca actúan como si fueran maestros necesarios para que las conexiones talámicas crezcan y se fortalezcan de forma que se hagan lo suficientemente fuertes como para comunicarse con las neuronas de la corteza.
Modo de acción
La subplaca actúa como una estructura para los circuitos neuronales, dirigiendo y fortaleciendo señales nerviosas importantes antes de desaparecer. Una vez que el cerebro se ha desarrollado completamente, las neuronas de la citada región cerebral empiezan a desaparecer, se producen unas alteraciones en el tálamo que hace que empiece a enviar señales de desarrollo de la corteza visual, evitando desmontar la subplaca.
En el hombre, la estructura de dicha zona cerebral desaparece a los dos años. Pero es susceptible de sufrir algún daño cuando el sujeto se está desarrollando en el útero materno.
Durante ese periodo, las neuronas de la subplaca son las primeras en madurar y requieren una pérdida de oxígeno para sus procesos metabólicos. La falta de oxígeno precoz, como la que se puede dar en un proceso hipóxico en la gestación o al nacer, puede dañar la subplaca y favorecer las lesiones, como la parálisis cerebral u otras alteraciones en la vida adulta.
Si se modifica esta zona cerebral que se asocia a dichos defectos, se podrá tener un mayor conocimiento del desarrollo de las anomalías y quizá investigar nuevos tratamientos. Examinando el cerebro de los gatos a los que se les habían extraído las neuronas de la subplaca, los investigadores observaron que se produjo una atrofia del desarrollo cortical.
Las neuronas en la corteza visual con una alteración en la zona cerebral analizada no eran capaces de distinguir entre barras de luces de diferentes orientaciones, es decir, líneas verticales u horizontales de luces y ángulos.
Fuente:http://www.diariomedico.com/edicion/noticia/0,2458,375860,00.html
11/08/2003