Úrsula Pueyo no había esquiado nunca hasta hace cinco años. Ni siquiera había visto la nieve. Sin embargo, cinco años después la mallorquina, que fue la abanderada del equipo paralímpico español en la inauguración de los Juegos Paralímpicos de Invierno, participará en unos Juegos Paralímpicos y lo hace con mucha ilusión pero con el único objetivo de disfrutar.

Disfrutar como lo hizo la primera vez que se puso unos esquís hace cinco años en Sierra Nevada, cuando decidió ir a esquiar allí unos días con unos amigos y vio por primera vez la nieve. No es de extrañar siendo de Mallorca. Le gustó tanto la experiencia que a los dos meses de volver a su casa en la isla balear decidió dar un giro a su vida y marcharse a vivir allí. Dejó atrás a su familia y amigos, ambos "lo más importante" para ella de su vida y también dejó aparcada su carrera de Educación Especial.

Estuvo trabajando en la estación de esquí de Sierra Nevada hasta hace dos años, ya que tras entrar en contacto con el equipo paralímpico volvió a hacer las maletas esta vez con destino a Baqueira Beret, en cuyo Centro de Tecnificación se entrena habitualmente cuando está en España.



Los sacrificios han merecido la pena

Se ha estado entrenando duro durante los últimos tres años, en los que como ella misma cuenta a MARCA.com "he aprendido mucho y no sólo de esquí. Ahora valoro más las cosas". Reconoce que la vida del deportistas es dura. "Echas de menos una vida cotidiana, a los amigos, a la familia, a Mallorca", nos confiesa pero rápidamente recupera la sonrisa viendo hasta dónde ha llegado. "Merece la pena la renuncia, al final de lo que te acuerdas es de lo bueno", dice.

Así es Úrsula, vital, simpática y ante todo muy positiva. El accidente que sufrió con la moto cuando tenía 15 años -ahora tiene 26- y por el que le tuvieron que amputar la pierna derecha no le cambió el carácter. "Siempre he sido así. No sirve de nada amargarse. Hay que disfrutar de la vida", añade.



Su única meta es disfrutar

Úrsula competirá este lunes en eslalon y el miércoles en gigante. "Me gusta más el eslalon pero quizás me irá mejor en el gigante porque el eslalon es una prueba muy técnica y si te va bien, te va perfecto, pero es más difícil salver los errores", comenta.



Prefiere no marcarse objetivos en sus primeros Juegos, sólo piensa en disfrutar de la experiencia. "No me pongo objetivos. No quiero hablar de medallas. Hay que ser humilde y pensar que las otras chicas llevarán más años esquiando. Sólo quiero hacerlo bien y disfrutar", aunque después avisa: "No he venido de vacaciones a Vancouver".



Orgullosa de haber sido la abanderada del equipo español

Úrsula fue la abanderada del equipo paralímpico español en la ceremonia de inauguración de los Juegos. "No me esperaba ser la abanderada. Sabes que puedes serlo pero..buah!", no encuentra las palabras para expresar su emoción.

Y aunque no le gusta ser el centro de atención se mostró encantada con la experiencia: "Soy española y me siento muy orgullosa de representar a mi país".

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29/04/2010