Con una mano, Paquita Porro sujeta una ficha roja con una gran letra, mientras que, con la otra, cose un hilo negro a través de los agujeros para dibujar una 'u'. Es uno de los ejercicios que ha aprendido durante los dos últimos meses con su terapeuta ocupacional y que repite cada día junto a su cuidadora, su sobrina Carmen Pacheco. Mientras realiza este ejercicio de laborterapia, concentrada sólo en sus dedos y en el cordel, parece que esta anciana de 86 años con demencia senil moderada no ha perdido sus antiguas habilidades, que hace años le servían para realizar cestos de mimbre que adornan ahora todo el salón familiar. Es el mismo ejercicio, que cada día realizan cientos de ancianos en residencias y centros de día para evitar que se deterioren sus capacidades físicas y mentales. Sólo existe una diferencia: Paquita Porro puede hacerlas en su propia casa.
Un nuevo programa puesto en marcha por la Fundación Objetivo 1, perteneciente a grupo Vértice, con la colaboración de la Junta de Andalucía permite llevar al terapeuta ocupacional al propio hogar de la persona dependiente. Hasta ahora, la atención a domicilio para las personas con alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas se centraba en los cuidados higiénico-sanitarios y las labores del hogar, es decir, meramente asistenciales.
Pero con el proyecto 'Puedes hacerlo', los técnicos realizan en casa juegos y actividades para frenar el deterioro de las capacidades físicas y mentales. «A través de ejercicios de psicomotricidad, musicoterapia, laborterapia y terapia lúdica y recreativa intentamos estimular a las personas con alzheimer y otras demencias para mejorar su autonomía y calidad de vida», indica Carlos Mejías, director de Objetivo 1. La ventaja, además de ejercitar la memoria, la orientación, los sentidos o las articulaciones, es que los mayores no tienen que salir de su entorno y se fortalecen las relaciones sociales entre la persona dependiente y sus cuidadores.
Un total de 40 mayores se han beneficiado durante los últimos cuatro meses, a razón de dos horas a la semana, de esta iniciativa que nace con voluntad de permanencia. «Esperamos presentar de nuevo el proyecto este año para poder atender a más usuarios», indica Mejías. Aunque saben que es difícil mantener un recurso tan individualizado. Por eso, también tratan de formar a los cuidadores habituales en las técnicas de la terapia ocupacional para darle continuidad en el tiempo al tratamiento. «Aunque sólo podamos estar en el domicilio unos meses, facilitamos a los cuidadores los materiales necesarios para que puedan hacer las actividades por su cuenta», señala Carmen Terrón, directora del proyecto.
Individualizada
Otro aspecto del proyecto 'Puedes hacerlo' son las recomendaciones técnicas para la prevención de caídas. «Según las estadísticas, una de cada tres personas con más de 65 años ha tenido una caída en el último año; el 50%, además vuelve a tropezarse», explica Carlos Mejías. El problema, según indica, no son sólo las lesiones que pueda causarle el accidente en sí, sino el miedo que toman estas personas a volver a resbalarse. «Al final, cada vez se mueven menos debido a ese temor, y eso deteriora su capacidad física», continúa. Por eso, lo primero que hace el terapeuta ocupacional del programa cuando empieza a trabajar con la persona dependiente, es valorar la vivienda, teniendo en cuenta el historial médico del usuario.
A partir de ahí, se realizan una serie de recomendaciones a las familias, como por ejemplo, eliminar las barreras arquitectónicas. «Les animamos a que instalen un plato de ducha en lugar de una bañera para que el aseo sea más cómodo y seguro, también acondicionar rampas en las zonas con escalones y les ofrecemos los mecanismos para que propongan a la comunidad la instalación de un ascensor si no lo tiene», señala Carmen Terrón. Hay otros cambios que no requieren obras, como eliminar alfombras, cambiar muebles de lugar, instalar asideros en los baños o poner más puntos de luz en los pasillos para evitar que tropiecen si se levantan de noche. También hay que evitar cortinas y manteles que cuelguen y ropa demasiado holgada.
Para las adaptaciones de vivienda que requieran obra, la familia puede solicitar ayudas públicas. De hecho, ése es también otro de los objetivos del programa, informar a los cuidadores de todos los recursos públicos disponibles. «Con la Ley de Dependencia se han multiplicado las ayudas, pero muchos se pierden entre tantas opciones», indica Mejías. Ahora, el experto les ayuda sin tener que salir de su vivienda.
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15/04/2010