Las enfermedades neurológicas afectan al sistema nervioso, incidiendo en la capacidad del paciente al realizar algunos movimientos. El Síndrome de Tourette es un trastorno de este tipo que cursa con movimientos y sonidos involuntarios y repetidos, lo que comúnmente denominamos tics. Se calcula que una de cada cien personas padece el Síndrome de Tourette.
La doctora Angels Bayés, neuróloga, responsable de la unidad del parkinson y de los movimentos anormales del Centro Médico Teknon de Barcelona y presidenta de la Asociación Española para pacientes con tics y Síndrome de Tourette, nos cuenta de qué se trata y como se manifiesta esta enfermedad.
Qué es un tic
Un tic es un movimiento involuntario que normalmente tiene una aparición brusca. Se caracteriza por su breve duración en el tiempo y se repite a lo largo del día durante varias veces. Los tics más habituales que se ven en las consultas médicas son los del parpadeo y del cuello. Otros que son menos frecuentes pero que también existen son los se presentan en forma de muecas en la cara, y los que afectan a la musculatura abdominal y propician la emisión de sonidos similares al hipo. Una de cada cien personas presenta el Síndrome de Tourette, que es la combinación de tics motores y vocales. Las personas que en algún momento tienen este síndrome pueden presentar otra serie de síntomas asociados como trastorno obsesivo compulsivo, déficit de atención hiperactividad, tendencia a la ansiedad y depresión, e incluso casos de autolesión.
Asimilar el tic
La persona que padece estos tics es consciente de ello, pero algunas veces lo incorpora como parte de sí misma y llegan a ignorar la existencia de este problema. Esto solo ocurre en los tics más leves, en los que son más aparatosos no se puede producir este fenómeno de asimilación. También es cierto que el paciente tiene la capacidad de controlar ese tic durante breves espacios de tiempo. Existen casos de personas que, por ejemplo, han conseguido frenar esos movimientos durante la celebración de su boda, pero que una vez finalizado el festejo han reprendido su tic. De hecho se ha detectado un fenómeno curioso por el que la persona que se reprime presenta un deseo irresistible de hacer de nuevo su tic.
Una patología que surge en la niñez
El Síndrome de Tourette suele aparecer en la edad infantil y adolescente, no más allá de los quince años. Sin embargo también se pueden describir casos que aparecen más allá de esa edad. Los tics pueden ir cambiando con el paso del tiempo. Durante una temporada puede presentarse uno y al cabo de un tiempo otro, lo mismo que pasados unos años se puede volver a incorporar un tic que ya se ha tenido con anterioridad. Cabe decir que no todos los tics son iguales, ni en cuanto a forma de presentación ni por intensidad. El Síndrome de Tourette es una enfermedad fluctuante, no progresiva.
Tratamientos para paliar los tics
Los tics son fruto de un exceso de función de la dopamina, y por tanto se deben usar fármacos antagonistas de este neurotransmisor para paliar y aliviar los tics y sus síntomas. Los tratamientos serán sintomáticos, por tanto se deberá observar qué tic es el prevalente y atacar desde ese punto. Si hablamos de un paciente con Síndrome de Tourette centrado en tics motores se suministrarán fármacos antidopaminérgicos para atenuar los tics. Si en cambio el trastorno que predomina es el obsesivo se darán inhibidores de la reflectación de serotonina, por ejemplo.
Una enfermedad poco diagnosticada
Lo cierto es que el Síndrome de Tourette es una enfermedad muy infradiagnosticada. Al tratarse de una patología de carácter leve muchos de lo que la sufren acaban por aceptar sus tics y no les dan más importancia, siempre y cuando no interfieran en su vida diaria. De hecho, en muchos casos ni tan siquiera se acude al médico. En los casos en los que los tics son más graves e incluso violentos el especialista que debe tratar al paciente es el neurólogo. Existe un factor hereditario por el cual un 80% de los afectados por Síndrome de Tourette tienen familiares con la misma enfermedad. Se ha observado que los hombres están más afectados que las mujeres.
La importancia de las asociaciones
La Asociación Española para pacientes con tics y Síndrome de Tourette tiene como finalidad ayudar e informar a las personas afectadas. Los niños con tics tienen graves problemas en la escolarización y el aprendizaje se resiente. En la asociación se ofrecen programas psicoeducativos que pretenden ser herramientas para que se puedan adaptar mejor y manejarse de la mejor manera posible con esos tics. Además, también se encargan de contactar con los diferentes departamentos de enseñanza para colaborar con los centros escolares para que estos pacientes reciban la atención que necesitan.
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29/03/2010