Desde entonces su hijo no solo ha desarrollado más su intelecto, sino que inclusive ya balbucea algunas palabras. Gabriela reconoce que sin duda el consejo que alguna vez le dio su pediatra, de llevar al niño a estimulación temparana, le ha favorecido en su vida diaria. "En su corta edad ya reconoce muchos sonidos, baila y se nota que es muy inteligente", dice la mamá. Con la opinión de Gabriela concuerda la terapeuta María Esther Pilay, quien dice que la estimulación temprana no es solo para niños con discapacidades diferentes, sino también para niños como Sebastián, a quien su mamá decidió llevarlo a estas clases simplemente para que su desarrollo sea mejor. Pilay comenta que la estimulación temprana no es otra cosa más que una serie de ejercicios, juegos, masajes y caricias, que tienen un solo proposito: que el niño aumente su intelecto. "El cantarle constantemente, hablarle, enseñarle sonidos, hará que el niño sea más inteligente", dice. Cristina Jaramillo, terapista de lenguaje, señala que sin duda todo lo que un niño ve y escucha desde que nace hasta los 6 años de edad influirá en el desarrollo de su vida diaria, por ello aconseja a los padres que mantengan un lenguaje claro con sus hijos.



Consejos caseros



Para quienes no tienen la oportunidad de llevar a sus hijos a una escuela de estimulación temprana, los expertos aconsejan que a los niños de pocos meses se les hableconstantemente, se les enseñen sonidos, hay que mostrarles objetos y decirles qué son. Recomiendan escuchar música infantil y educativa. Todo esto varias veces al día y si es posible todos los días. De esta manera se logrará un desarrollo eficaz.

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12/02/2010