A sus 34 años, Daniel Aguilar lleva toda su vida conviviendo con una deficiencia auditiva. Desde hace siete años preside la Asociación Federada de Sordos, entidad desde la que lucha para que este colectivo cuente con ayuda para que puedan desenvolverse con normalidad. Ahora, con motivo de la celebración mañana del Día Internacional de las Personas Sordas, reclaman la presencia de más intérpretes en todos los órdenes de la vida cotidiana.
¿Cómo es el día a día de una persona con deficiencia auditiva?
Generalmente es como cualquier persona que lleva una vida normal, la actividad diaria es algo más difícil, como ver la televisión. Hay algunos programas que no tienen subtítulos, aunque hay televisiones que tienen la sensibilidad de subtitular algunos de sus programas. Los principales problemas nos los encontramos a la hora de incorporarnos al sistema educativo, al entrar en el mundo laboral o cuando vamos a alguna oficina pública o privada donde no hay intérprete.
¿Cómo está la asociación en Málaga?
Cuenta aproximadamente con 300 socios inscritos, para las actividades de ocio y tiempo libre, pero como usuarios de la asociación son cualquiera de las miles de personas sordas que hay en la ciudad. Hay servicios de empleo de trabajadoras sociales, de intérpretes, en el que se contabilizan mensualmente unos dos mil personas que acuden a la entidad.
¿Cuáles son los principales objetivos de la asociación?
Queremos mejorar la calidad de vida de las personas sordas y sus familias, además de trabajar para la igualdad y la participación social. Asimismo, se quiere promover su acceso al sistema educativo, a la formación y al empleo. Lo importante es sensibilizar a la sociedad sobre las necesidades y demandas de las personas sordas, para lograr eliminar las barreras de comunicación.
¿En qué emplean las ayudas que reciben?
Nuestras ayudas van encaminadas a la eliminación de barreras de comunicación que son las que más nos afectan. Queremos contratar intérpretes de lengua de signos o los recursos que usamos para adaptar cualquier tipo de servicio fuera de la entidad. Si descubrimos una necesidad intentamos solucionarlo en la medida que podemos con nuestros medios.
¿Cuál es la mayor dificultad para comunicarse con los oyentes que no conocen la lengua de signos?
La dificultad depende de las personas sordas porque los oyentes suelen sentir inseguridad a la hora de comunicarse con una persona con déficit auditivo. Si no se conoce la lengua de signos el oyente pude hablar despacio para que la persona sorda lea los labios de una forma tranquila y sin que haya tensión. Si no, también se puede escribir. Depende sobre todo de la naturalidad con la que se transmite la comunicación.
Cada vez hay más conocimiento del lenguaje de signos: ¿Qué valoración hace?
Estamos viendo que poco a poco va a más. A través del reconocimiento de la lengua de signos hemos entrado en una etapa muy buena porque es algo histórico que todos los países no tienen. Ha servido, según las personas sordas y su comunidad, para ganar en la inclusión social de este colectivo. Es una herramienta básica que da independencia a las personas sordas, es un valor fundamental y prioritario para no tener que recurrir en todo momento a la familia para ir a todos los sitios. Por lo que los intérpretes e hacen necesarios en la sociedad.
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10/11/2009