El hecho de que un niño no aprenda a leer, escribir o hacer cálculos matemáticos en un período tiempo considerado como "normal" no quiere decir que sea un retrasado.
Es posible que padezca algún tipo de trastorno de aprendizaje, un problema que puede obedecer no solo a factores neurológicos sino también a cuestiones culturales, a una enseñanza deficiente o a una falta de oportunidades.
El genio de la Física, Albert Einstein; la gran escritora de novela policíacas, Agatha Christie; el genio del cine de animación, Walt Disney; el astuto político británico, Winston Churchill; y el que fuera paradigma del éxito en el mundo de los negocios, Nelson Rockefeller, figuran en la nómina de disléxicos famosos.
El trastorno en el lenguaje que reconocieron haber padecido estos personajes en su niñez, y que les provocó sufrimientos por las burlas de que eran objeto por parte de sus compañeros de colegio, no les impidió triunfar en los ámbitos más dispares y su éxito ha sido tomado como ejemplo singular por las personas que trabajan con disléxicos para animarles a la superación.
Desórdenes
La dislexia es uno de los trastornos del aprendizaje que se diagnostica cuando el rendimiento del individuo en lectura, cálculo o expresión escrita es sustancialmente inferior al esperado por edad, escolarización y nivel de inteligencia.
La disfasia, o pérdida parcial de la capacidad de expresión, es una de las patologías asociadas a estos trastornos, así como el déficit de atención, la dispraxia, que se manifiesta en la dificultad de articulación de palabras o frases, o la afasia, que es la pérdida completa del habla, generalmente a consecuencia de algún trauma
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3/08/2009