Al chico que va al jardín le cuesta menos la escuela primaria y secundaria, aseguran. En Tucumán, el 99 % de los niños de cinco años tienen su “salita”. Destacan la importancia de la estimulación precoz.
Si antes había margen para que mamá y papá se preguntaran si al nene de dos años le haría bien pasar sus mañanas en el jardín de infantes, ese margen fue achicado la Ley Nacional de Educación. Avalando la universalización por ley del inicio temprano en el sistema, la directora de Nivel Inicial, Patricia Tauber, afirma que el chico que va al jardín de infantes logra, por lo general, una primaria exitosa y un mejor secundario. Tauber asegura que numerosas investigaciones avalan esa reflexión.
En Tucumán, el 99% de los chicos de cinco años tienen su “jardincito”. Y se trabaja articuladamente con la secretaría de Políticas Sociales, con el Sistema de Asistencia Social Educativo y con el Gabinete Psicopedagógico para ampliar las salas de 4, que aumentaron en los últimos años más de un 18%, según le dijo a LA GACETA la profesora Tauber.
“En 2003, unos mil niños en edad de asistir al jardín de infantes estaban fuera de la escuela. Y no porque los padres se hubieran negado a enviarlos, sino porque no había salas suficientes de cinco años, y las de cuatro no existían. En su mayoría, esos mil chicos pertenecían a sectores de bajo nivel socioeconómico y estaban geográficamente ubicados en zonas rurales y en la periferia de la capital”, agregó Tauber.
“Esos chicos-enfatizó- ingresaban directamente a primer grado sin recibir la alfabetización inicial, lo que dificultaba los aprendizajes a lo largo de la primaria.?En muchos casos los niños repetían hasta dos y tres veces los primeros grados y les costaba finalizar el nivel primario.
“En las escuelas rurales, tenemos una cobertura del 74% de los niños de 3, 4 y 5 a través de pluriaulas (salas que funcionan con chicos de distintas edades). Hay 615 salas en la provincia”, dijo la docente responsable de los jardines de infantes y también de las salas maternales privadas, que reciben a pequeños de meses de vida y hasta los tres años. Tauber indicó que el Ministerio de Educación está regulando el funcionamiento de los jardines maternales. “El objetivo es que más allá de los cuidados básicos, los maternales deben asistir a los niños sobre una base educativa, con gente especializada que atienda el desarrollo del niño en los aspectos psicomotrices, evolutivos y afectivos.
“La estimulación que recibe el niño, desde los primeros meses de vida, son fundamentales para que desarrollen las capacidades cognitivas y afectivas que son las que usará en su escolaridad y para toda la vida”, concluyó la docente.
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25/07/2009