Conocer las normas del tránsito, adoptar conductas preventivas en la vía pública o desarrollar hábitos de manejo seguro para disminuir el riesgo dejaron de ser tareas exclusivas del mundo adulto y pasaron a cobrar dimensión en niveles que hasta hace unos años resultaban impensados. En el marco del día de la Seguridad Vial, lanacion.com hizo un relevamiento y comprobó que son cada vez más las empresas y asociaciones civiles que coordinan esfuerzos a la hora de inculcar valores vinculados con el tránsito en los más chicos.
Lejos de ser expertos detrás del volante o estar próximos a obtener la licencia para conducir, niños de diferentes edades participan activamente en programas y talleres organizados con el propósito de generar desde la infancia una actitud responsable y orientada, a largo plazo, a reducir la elevada tasa de accidentes de tránsito en el país.
"Lamentablemente es bastante común que se mire al siniestro vial de una forma despreocupada, en la que las responsabilidades son ajenas y los riesgos los sufren los demás. Nuestra propuesta es provocar un cambio de actitud al respecto, principalmente, hacia los más desprotegidos, los niños, de cuya integridad somos absolutamente responsables", señaló a lanacion.com el arquitecto Julio J. Bovio, jefe del departamento de Asuntos Viales y Cartografía del Automóvil Club Argentino (ACA).
Por sus características físicas y psíquicas, propias de la edad, es probable que los niños sean imprudentes en la vía pública. Son los mayores quienes indefectiblemente deben velar por su seguridad, educándolos vialmente", aseguró.
Las distintas organizaciones consultadas destacaron la importancia que reviste, en acciones concretas de educación vial, concebir al tránsito como una totalidad integrada por ciudadanos que desempeñan roles alternativos, ya sea como peatones, conductores o pasajeros. Desde cualquiera de esos lugares, subrayaron, el adulto es el encargado de brindar el ejemplo.
"Buscamos generar una nueva conciencia preventiva en torno al tránsito desde un enfoque sistémico porque hablar de este tema implica hablar de aquello que hacemos cada vez que salimos a la calle: formar parte de un todo, sabiendo que con nuestra conducta condicionamos al otro y éste a nosotros. El desafío está puesto en volvernos hacedores del tránsito desde chicos", explicó María Cristina Isoba, directora de Investigación y Educación Vial de la asociación Luchemos por la Vida.
"No se trata sólo de transferir conocimientos generales de la temática [seguridad vial], entre los que pueden figurar la prohibición de cruzar en rojo o el respeto continuo al peatón, sino, principalmente, de trabajar en la formación de actitudes y conductas que tienen lugar en la vía pública. Nos focalizamos sobre esta vertiente, donde incluimos la pérdida de valores tradicionales, como el respeto, la tolerancia y la convivencia en la calle", especificó Bovio.
Planes de acción. Tomando como punto de partida el dato de que la Argentina es uno de los países de América latina con mayor cantidad de víctimas fatales en siniestros viales, el Automóvil Club Argentino implementó en 2007, en conjunto con la FIA (Federation Internationale de L´Automobile), el Programa Itinerante de Educación Vial, para poder llegar en forma directa a un universo estimado de 20 millones de personas distribuidas en más de 90 ciudades del país.
"Un elemento fundamental del proyecto fue la preparación de un aula rodante, con capacidad para 30 alumnos, dotada de la última tecnología y un cuerpo de docentes especialmente capacitado, material didáctico para entregar a las escuelas y un parque infantil de tránsito para que los más chicos aprendan jugando, comentaron desde el departamento de Asuntos Viales del ACA.
Desde hace varios años, el ACA pone a disposición de los municipios el armado de parques infantiles de tránsito, que se alzan como pequeñas ciudades en miniatura con señales, esquinas y semáforos en la que chicos de entre 5 y 9 años entran en contacto con las normas de tránsito y el comportamiento del peatón, a partir del manejo de kartings a pedal en un circuito especialmente diseñado para ellos.
Desde otro lugar, bajo el programa Creciendo Seguros, la firma Cesvi Argentina, centro de experimentación que investiga la prevención de accidentes de tránsito, propone un diálogo permanente entre el niño y el docente con el fin de crear hábitos de conducción y actitudes que fomenten el comportamiento seguro.
Voceros de la empresa indicaron a lanacion.com que el objetivo de la actividad, destinada a alumnos que cursan desde el nivel inicial hasta la secundaria en colegios de la Capital Federal, Gran Buenos Aires y Rosario, "es demostrar que la educación vial es la herramienta de prevención que permitirá reducir la cifra de accidentes de tránsito en el país".
Desde el aula. La asociación Luchemos por la Vida encara desde el año 1994 el programa Escuelas por la Vida, que hace hincapié en la preservación de la vida por parte de niños y adolescentes.
"Con los más chicos trabajamos con pequeños recursos de juego dentro del aula. A través de distintas actividades intentamos que comprendan el valor del orden y manifestamos la importancia de conocer y respetar las señales de tránsito. Con niveles más avanzados, realizamos observaciones y trabajos de campo. Los niños interactúan con situaciones reales próximas a sus escuelas e incorporan los conceptos de peligro y comportamiento riesgoso", describió Isoba.
Durante el año pasado, entre los meses de agosto y octubre, el Colegio del Salvador, del barrio porteño de Recoleta, se sumó al conjunto de iniciativas en beneficio de la Educación Vial y organizó una Campaña de Promoción de Actitudes Cívicas, en el marco de la materia Educación Cívica, destinada a los alumnos de 2do año del nivel Polimodal.
"Los chicos debían elegir distintos temas que les llamaran la atención para investigar y armar una campaña de difusión o sensibilización específica. Entre los más seleccionados estuvo el problema de la inseguridad vial", comentó a este medio Ignacio Iturralde, docente de esta asignatura. "Lo positivo fue probar una primera experiencia en la que los alumnos debían asumir protagonismo en la elección de la temática y en el diseño de una propuesta o producto final", manifestó.
Con la mirada puesta en el mismo target, desde la Asociación Conciencia, promueven desde 2007, en conjunto con la empresa Dupont Argentina, el dictado del taller Conducción Responsable.
"El objetivo general de la iniciativa es promover la construcción de una conciencia vial sustentada en los valores cívicos de la solidaridad, la responsabilidad, la prudencia, la tolerancia, la autonomía, la comprensión y el diálogo, la calidad de vida y la defensa del medio ambiente", enumeró Florencia Lescano, coordinadora del programa.
La importancia que reúne la obra impulsada desde las distintas instituciones y asociaciones civiles dedicadas a promover la educación vial como temática prioritaria en las escuelas y la sociedad en su conjunto se refleja en palabras de la licenciada Isoba. "No creemos en las acciones de un momento, sólo en las que son permanentes y continuas. Estamos embarcados en este compromiso de priorizar la educación vial en las escuelas para aumentar la seguridad vial, aunque todavía reste mucho por hacer porque la mera información no garantiza ningún cambio", concluyó.
Cifras que preocupan. Un reciente informe publicado sobre el índice de muertos en accidentes viales, realizado por la asociación Luchemos por la Vida, determinó que durante el año pasado 8205 personas perdieron la vida. Mientras tanto, la cantidad de víctimas fatales por día alcanza un promedio de 22 personas.
En la ciudad de Buenos Aires, durante 2008, fallecieron 123, sin contabilizar los heridos graves que luego murieron en sanatorios privados o domicilios particulares, según dio a conocer el presidente de la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura, Daniel Amoroso.
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9/07/2009