Los padres de una niña saharaui de 3 años con parálisis cerebral, que llegaron en marzo a Alzira (Valencia) para que la pequeña fuera atendida por especialistas, han pedido ayuda económica para poder subsistir durante los meses en los que su hija reciba atención médica.

Chej Lualie, padre de la pequeña Senia, ha señalado a EFE que ni él ni su esposa Gaiat Lossein tienen trabajo, y a finales de mes tendrán que abandonar una habitación en la que viven alquilados por doscientos euros al no poder pagarla.

La pequeña, que sufrió la parálisis cerebral en el parto, cumplirá 4 años el próximo mes de octubre, apenas pesa 10 kilogramos, únicamente dice papá y mamá y no sabe andar ni comer sola.

"En sus dos primeros años de vida permaneció tumbada, y desde hace poco menos de un año gatea", ha recordado el padre, quien ha explicado que la pequeña Senia "se salvó de milagro" al ser atendida en un hospital de "precarias condiciones" a más de 170 kilómetros de Tindouf.

Chej Lualie ha agradecido a Cáritas su intervención, porque gracias a esta institución "conseguimos una cita con el pediatra del centro de salud número 2, que se ha comprometido a que la vean los especialistas que haga falta".

Según ha explicado, una comisión de médicos de Granada que periódicamente visita el campamento de refugiados de Dajla "nos aconsejaron traer la niña a España", aunque los problemas burocráticos impidieron el traslado a través de los conductos oficiales.

El padre, que lleva residiendo en Alzira desde finales del pasado año, consiguió, recientemente, un visado para su mujer y su hija "porque las listas de espera se prolongan hasta 2 y 3 años, y muchos niños mueren antes de que logren ser atendidos en España", ha señalado Lualie.

De momento, una directiva de la asociación local Agermanament del Poble Saharaui les presta todo tipo de atención y ha puesto a disposición de la gente una cuenta bancaria para que puedan mostrar su ayuda y solidaridad con esta familia.

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3/07/2009