Hoy se celebra el Día del Fonoaudiólogo, motivo por el cual este diario conversó con Ester Rybner, cuyo consultorio se encuentra ubicado en calle 1810 número 654.
Ester Rybner estudió Fonoaudiología en Bahía Blanca y egresó en 1979 del Instituto Superior, trabajando posteriormente varios años en esa ciudad, en la Dirección de Psicología, en escuelas y jardines de infantes. Por esa época contrajo matrimonio y tuvo dos hijos.
En 1993 se trasladó con su familia a esta ciudad, donde se desempeñó hasta 2006 en la Escuela Especial Nº 502. "Alli nació mi pasión por el trabajo con niños con discapacidad motora", puntualizó para agregar que "sentí la necesidad de perfeccionarme por lo que cursé la carrera de Profesorado en Discapacidad Neurolocomotora".
Actualmente trabaja en su consultorio particular donde aborda distintas problemáticas, pero insiste que "me encanta trabajar con niños con necesidades especiales".
¿Qué es la fonoaudiología?
Esta especialidad ataca una patología muy amplia, que abarca diferentes áreas de rehabilitación. La comunicación oral: errores de articulación (dislalias), trastornos del lenguaje (afasias), del habla (tartamudez, disartrias), de la lectura (dislexias); otros: alteraciones de la voz (disfonías), trastornos respiratorios y deglutorios; dificultades auditivas: estudios audiométricos, rehabilitación del lenguaje en niños y/o adultos con problemas auditivos.
La profesional explicó que "es sumamente importante la detección e intervención precoz de aquellos niños que presentan alteraciones del lenguaje y/o auditivas. Cuando una persona tiene un problema de comunicación, el impacto en su entorno familiar y escolar es muy grande, ya que el lenguaje es fundamental para el desarrollo y para la integración social".
También dijo la profesional entrevistada que "si bien todos los niños no desarrollan su expresión oral con el mismo ritmo, debemos estar atentos a los retrasos: si el bebé no emite sonidos vocálicos; si no reacciona a los sonidos; si no aparecen las primeras palabras alrededor de los 18 meses; si a los dos años no posee varias palabras y no arma pequeñas frases, aunque con errores articulatorios".
Enumeró más situaciones a tener en cuenta: "Si a los 3 años su lenguaje oral no es comprensible para personas ajenas a la familia; si a los 5 años su lenguaje no es correcto (debe superar los errores articulatorios antes de ingresar a la escuela); si pareciera que no comprende, si pregunta muchas veces ¿qué? ¿cómo?, si necesita que le hablen fuerte; si eleva en forma exagerada el volumen del televisor.
¿Cómo ayudar a nuestros niños?
La profesional comentó acerca de la manera de brindar apoyo a los pequeños. Ante la duda es preferible consultar con el pediatra, el docente o un fonoaudiólogo, ya que la intervención temprana favorece enormemente el desarrollo del lenguaje. ¿Cómo ayudar? Hablándoles mucho y correctamente; contarles cuentos; cantar canciones; conversar con ellos y tomarse el tiempo de escucharlos; explicarles.
Finalmente Rybner explicó que "cada persona hace uso del lenguaje de acuerdo a la zona en que vive, a su cultura, a su nacionalidad; lo que nosotros abordamos desde la fonoaudiología es cuando aparece una dificultad en el desarrollo de ese lenguaje o cuando hay un problema en la comunicación. En los adultos se puede presentar un problema de salud como un accidente cerebro-vascular, que les hace perder el habla. Cuando en una familia aparece un problema de comunicación, eso genera un impacto muy fuerte porque tiene que ver con la integración social, con el poder manifestar los deseos y en los niños tiene que ver con el desarrollo de todas las áreas".
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10/06/2009