El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) y la Dirección Xeral de Saúde Pública organizan esta semana una reunión científica en la que expertos de todo el mundo analizarán los últimos avances en la detección precoz de la hipoacusia neonatal, una patología que consiste en la disminución de la capacidad auditiva y que afecta, cada año, a una media de 37 recién nacidos gallegos
MARÍA DE LA HUERTA | A CORUÑA -¿Qué es la hipoacusia neonatal y a cuántos recién nacidos afecta, cada año, en Galicia?
-La hipoacusia es una de las enfermedades congénitas cribables más frecuentes en el periodo neonatal y consiste, básicamente, en la disminución de la capacidad auditiva. Su incidencia se cifra entre uno y tres casos por cada mil recién nacidos vivos, lo que supone que, cada año, entre 19 y 55 niños gallegos nacen con hipoacusia moderada, severa o profunda (aproximadamente tres, en el Hospital Materno Infantil de A Coruña).
-¿Cómo y cuándo se detecta esa patología?
-La hipoacusia neonatal se diagnostica mediante una prueba de cribado auditivo que se debe realizar durante las 48 horas posteriores al parto, salvo que el recién nacido tenga algún problema de salud que obligue a retrasarla.
-¿En todos los hospitales gallegos se realiza ese cribado?
-Sí, tanto en los públicos como en los privados, gracias al Programa para a Detección Precoz da Xordeira en Periodo Neonatal, puesto en marcha por la Xunta en 2002. Mientras que en otras comunidades autónomas las pruebas de cribado auditivo aún se están empezando a generalizar, en Galicia ya se realizan de forma rutinaria en más del 98% de los casos.
-Sin la detección precoz, ¿qué complicaciones provoca la hipoacusia neonatal a medio y largo plazo?
-La enfermedad no sólo provoca una discapacidad sensorial sino que, al aparecer antes de que el niño aprenda a hablar, dificulta la adquisición de las habilidades comunicativas, provocando, en muchos casos, un déficit cognitivo, social y sensorial.
-¿En qué consiste el tratamiento?
-Por un lado, hay que darle al recién nacido la capacidad de oír, y esto se puede hacer de dos maneras, dependiendo de si la pérdida auditiva es total o parcial. Si es parcial, se puede solucionar mediante un audífono. Sin embargo, cuando el pequeño no oye absolutamente nada (no hay restos auditivos), la única alternativa posible es recurrir a un implante coclear. Paralelamente, es preciso que un logopeda trabaje con el bebé para favorecer su desarrollo comunicativo, y también con los padres, asesorándolos sobre cómo interactuar de manera adecuada con su hijo.
-¿Qué factores aumentan el riesgo de padecer hipoacusia neonatal?
-La hipoacusia neonatal tiene, en la mayoría de los casos, un componente hereditario y, por tanto, éste es el principal factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, no es el único. También influyen otras circunstancias, como que la madre haya consumido determinados fármacos durante el embarazo, que haya sufrido alguna infección, que el parto haya sido prematuro o que haya tenido complicaciones, que el bebé haya nacido con bajo peso, etc...
-Si la enfermedad es diagnosticada a tiempo, ¿el niño podrá llevar una vida normal?
-Por supuesto que sí. Las conexiones neuronales se desarrollan durante los tres primeros años de vida, por eso es tan importante realizar el cribado neonatal. El tratamiento precoz de un problema auditivo es fundamental para evitar la dificultad en el desarrollo del lenguaje y la comunicación del niño, e incidirá, sobremanera, en su futura calidad de vida.
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22/05/2009